“Saltarán chispas, los tunecinos son jugadores muy pasionales”

¿Su barba obedece a alguna decisión desconocida?

—No, qué va. Simplemente a que me gusta, y me la empecé a dejar hace unos meses, y me cuesta la visita al barbero cada dos semanas en Francia, para que me la arregle, claro, porque hay que llevarla cuidada, y retocarla cada poco. No puedes dejarla que vaya de cualquier manera.

—Del Europeo al Mundial, además de su barba, ha cambiado en la regularidad de su juego hasta el momento.

—En ese sentido creo que he mejorado bastante. Soy más constante, no tengo los altibajos del año anterior. Selecciono mejor los lanzamientos, y estoy aportando más al grupo, me parece a mí.

—Aporta defensa y ataque y es el que más tiempo lleva en la pista de los españoles. ¿Sabe lo que se juega España esta tarde ante Túnez en el Pabellón de Lusail?

—Todo. Nuestra meta, nuestro sueño. Es un partido decisivo para los dos equipos. Queremos ganar pero sabemos que por el estilo de los tunecinos, muy agresivos y pasionales cuando hay algo importante en juego, es de los encuentros en los que van a saltar chispas. Nosotros somos más de otro estilo, pero si los árbitros les permiten la dureza, pues hacen bien en sacar partido a las facilidades externas.

—Conoce bien a sus rivales...

—Tengo varios compañeros de Túnez en el Nantes, mi club, y son muy duros, Y les veo jugar en la Liga francesa, y son todo pundonor. No son de los que se dan por vencidos, y de los que luchan hasta el último balón. Nadie puede esperar un choque fácil.

—¿Está olvidada su lesión?

—Estuve seis semanas parado y me vino bien, porque estoy más fresco que en Dinamarca.

—¿Y saldrá revalorizado como para regresar al Barcelona?

—Eso no me preocupa ahora. Estamos en el Mundial. Se verá cuando acabe. Finalizo el contrato en Francia. Y volver a la Liga española, ahora mismo parece inviable, y jugar en el Barcelona es algo que ni me planteo, la verdad. Jugar en la Bundesliga, pues podría ser buena opción, pero son cosas a estudiar más adelante.