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PEQUEÑO NICOLÁS

“Iba a clase poco o nada, y si lo hacía era con chófer”

Sus compañeros de clase dicen que suspendió casi todas las asignaturas: "“No parecía ser mala gente, aunque era un poco fantasmilla”.

Francisco Nicolás, el día que acudió a declarar ante el juez por sus presuntos delitos.
LUIS SEVILLANO

La que sigue es la reconstrucción de lo sucedido en aquel curso por los testimonios a los que ha tenido acceso AS de los compañeros del pequeño Nicolás quienes, por razones obvias, prefieren mantenerse al margen. “Iba poco o muy poco a clase, y las veces que iba era con chófer”. La escena resultaba hasta cómica. El aula llena de chavales en chándal y ropa deportiva y él trajeado. Todo el mundo tenía asumido que estaba enchufado: “No era nuestro asunto. Nuestro asunto era entrenar y aprobar. Le tratábamos como a uno más. Era un tipo hasta cierto punto enrollado. Para algunos, un poco fantasmilla. Iba como mucho una vez a la semana. Un par de horas. Unas veces lo traía un Mercedes, otras un BMW. Coches oficiales. Decía que su chófer era su mayordomo. Una vez se le olvidó un libro y lo mandó a por él. A algunos les contó que era el hijo del vicepresidente del PP. También que tenía un cargo importante en el partido, que iba a dar una conferencia... Y muchas veces alardeaba de que iba al palco del Bernabéu. Hacíamos muchas suposiciones, pero nadie sabía realmente quién lo había metido allí”.

La mayor parte de los chavales de su clase eran de especialidades acuáticas. Pero los había de otras disciplinas. Fuentes de la directiva del CTN M-86 aseguran que no es un hecho anormal ya que el programa también es apoyado por el CSD en su modalidad de CARD (Centro de Alto Rendimiento para Deportistas): “Se trataba de hacer compatibles los entrenamientos de élite con los horarios de clase”.
“No parecía ser mala gente”, dicen de él sus compañeros. Pero alguno es crítico: “Nunca le vi hacer un examen. Eso seguro. Y sí, se graduó con todos. Fue a septiembre con todas las asignaturas pendientes. No creo que las pudiera aprobar sin ir nunca a clase”. Y otro testimonio es clarificador al respecto: “Decía que le daba igual aprobar o no. Que iba a pagar 6.000 euros a un compañero suyo para que se presentara por él a la Selectividad. Y nos dijo que cuando apareciera por allí le tratáramos bien, que era uno de sus mejores amigos”. Este hecho cuadra con lo publicado por Publico.es: el pequeño Nicolás falsificó presuntamente dos veces el DNI, en la comisaría de Ciudad Lineal, una de ellas, para que otro compañero hiciera los exámenes de acceso a la universidad por él.