NFL
El rookie Beckham protagonizó una jugada que ya es histórica
Los medios de comunicación y los especialistas de fútbol americano debaten si su recepción a una mano es la mejor de todos los tiempos.
Los Giants cayeron esta semana ante los Cowboys (28-31), pero el protagonista de la semana viene de sus filas. Odell Beckham Jr., el receptor rookie que tomó hace semanas el lugar del lesionado Víctor Cruz, atrapó un balón en el aire a una mano que desafió las leyes de la física. Cayéndose de espaldas, el jugador de 22 años alzó y estiró su brazo derecho lo más posible hasta conseguir un contacto mínimo con un balón que parecía estar fuera de su alcance. Esos dos dedos sobre el cuero, increíblemente, fueron suficientes para completar la que ESPN ya ha tildado como “la recepción de la década”.
Resultados
El esfuerzo ha catapultado a Beckham Jr. a la fama y confirma que la NFL está ante la mejor generación de receptores rookies de su historia, con nombres como Mike Evans, Kelvin Benjamin, Sammy Watkins, Brandin Cooks, Jordan Matthews, Martavis Bryant... Tras el encuentro, Beckham no quiso ensalzar mucho más su espectacular jugada: “Espero que no sea la mejor de la historia porque quiero seguir sumando más y mejores. Además, no ganamos y de poco sirvió... Sentí mis dos dedos tocando el balón e hice todo lo posible para que fuera suficiente”.
El propio Odell también mencionó que la genética tuvo algo que ver. Su padre, corredor en el equipo de fútbol americano de la universidad de LSU, conoció ahí a su madre, estrella de atletismo. Por ello, Odell usa una talla de guantes 3XL, pese a apenas medir 1,83 metros: “Tengo que agradecer a mi madre por la talla de mis manos. Las suyas son más grandes que las de mi padre y apenas un centímetro y medio más pequeñas que las mías”.
Otra jugada espectacular esta semana, nunca antes vista en la NFL (aunque sí en la NCAA), fue el tiro de rabona del pateador de los Dolphins Caleb Sturgis. En la ajustada derrota de los de Miami en Denver (39-36), el kicker visitante intentó la habitual artimaña del fútbol europeo para que los suyos recuperasen posesión en un onside kick. Lamentablemente, no prosperó, pero también dio mucho de qué hablar.