Boxeo
Kiko Martínez contra Carl Frampton II: revancha mundial
El boxeador español expone esta noche su título FIB en Belfast ante el púgil que le quitó el Europeo. Kiko: “Lo fácil nunca ha sido para mí. Siempre pensé en Frampton”.
Un año y medio después de perder el Europeo en Belfast, Kiko Martínez vuelve a la guarida de El Chacal. Ese es Carl Frampton, el héroe de Belfast al que ayer un millar de personas encendieron aún más en el Ulster Hall durante un pesaje eléctrico y espeso como una pinta de cerveza negra. Kiko (28 años, 30 victorias y 4 derrotas) podía haber elegido otro rival para poner en juego hoy su cinturón de campeón mundial FIB del supergallo (hacia las 23:00 en Marca.com por PPV). Pero apostó por lo más osado. Casi temerario.
El alicantino se trajo el cinturón de Atlantic City (KOT en el 6º al Momo Romero), lo sostuvo en Elche (KO a Jeffrey Mathebula en el 9º) y asombró en Osaka (KOT a Hasegawa en el 7º). Y ahora asume el riesgo de exponerlo en un combate con aroma a revancha en el que las apuestas no le dan favorito. Se trata de cuentas pendientes.
“Probablemente sí que sea el rival más difícil de los que estaban disponibles junto a Guillermo Rigondeux—reflexiona Kiko antes de salir al ring—, pero desde que me ganó, mientras me cosían el párpado (sufrió un corte feo en el cuarto round), ya pensaba sólo en él. Lo fácil nunca ha sido para mí. Siempre me he enfrentado a aspirantes oficiales y sé que mi historia será más grande el día después de ganarle”.
Con ese ánimo afronta el de Elche una cita en la que la ansiedad también se deslizará por el tapiz. A Kiko nadie le había noqueado (KOT en el 9º) antes de cruzarse con Frampton, que tiene 27 años y la hoja de servicio aún inmaculada: 18 triunfos, 13 antes del límite. “Es peligroso que esté tan crecido. Lo primero será intentar bajarle el ego”, desliza Kiko.
Y es que Belfast se ha volcado con Frampton. El combate se celebra en el Titanic Quarter, frente al astillero (ahora atracción turística) donde se construyó el Titanic. El transatlántico insumergible que naufragó en 1912 tras chocar con un bloque de hielo. Ahí se ha construido un ring cubierto y gradas para 18.000 personas. “Voy a demostrar que la derrota en el Europeo fue sólo una mala noche. Que este Kiko es otro, con unas ganas que no tuve entonces porque una serie de problemas personales (venía de romper con su técnico de toda la vida para firmar por Maravillabox) me afectaron”, cuenta.
El nuevo Kiko pega más, con una potencia brutal, y le llegan menos. “Se muere en cada asalto”, describe Gaby Sarmiento, que le dirigirá desde la esquina. “Defensivamente, Kiko es ahora más completo: nunca había bloqueado tanto, ni pasado tantas manos. Va a sorprender. Trabaja más con el jab, se desplaza mejor y, sobre todo, se ha hecho más paciente”, enumera el técnico que ha pasado ocho semanas con él en Elche.
Belfast, un Chacal, el muelle del Titanic, una revancha mundial... Agítese todo y póngase sobre un ring. Prenderá fuego.