BALONMANO | SUPERCOPA FEMENINA
Ana Temprano regala la Supercopa al Bera Bera
El Rocasa se estrelló en la portera del cuadro donostiarra (23-20), que repite título y vuelve a competir por el triplete,
El Bera Bera donostiarra comenzó con éxito su carrera por repetir el triplete nacional de la pasada campaña. Se impuso por 23-20 al Rocasa canario en la Supercopa de España, la cuarta en su historial, en el Multiusos de Guadalajara, en un partido en el que la flamante internacional española, la portera Ana Temprano firmó casi un 50 por ciento de acierto: 19 paradas de 39 lanzamientos. Con todo, el Rocasa, que perdía así su segunda Supercopa, que aterrizó con lo puesto (sólo 12 jugadores) lanza un mensaje al equipo vasco: hay rival para la Liga que comienza la próxima semana; no será un paseo para el Bera Bera.
Los pronósticos que señalaban como favorito al equipo de Etxaburu, que ha pasado de entrenar en la Asobal a hacerlo en la Liga femenina, parecía que no tenían contestación cuando en el minuto 20 el marcador señalaba un 9-3 demoledor, con una defensa tremenda de las vascas y poco acierto canario.
Fue un punto de inflexión, en el que emergió la central canaria María Luján, que tiró de su equipo, arriesgó, logró cuatro goles de cuatro lanzamientos y equilibró el partido gracias a un parcial de 1-6 (0-5) para llegar al descanso con un apretado 10-9. Es más, esa dinámica le serviría al Rocasa para tomar la iniciativa en el partido con un 0-2 de salida gracias a que ahora el Bera Bera no conseguía correr.
Bastó que otra vez Ana Temprano se metiese en el partido para que resurgiese el Bera Bera, y en cuatro minutos, mediada la segunda parte, se rompió el partido por la impaciencia del Rocasa, que cuando tenía el empate a 16, falló el lanzamiento, y dos penas máximas consecutivas, acciones que aprovechó el cuadro vasco para tomar cuatro goles de renta y volver a cantar el alirón, porque es un equipo fuerte, físicamente completo, y al que no le importa jugarse la exclusión antes que conceder un gol fácil. De hecho, en la recta final las vascas jugaron cuatro minutos en inferioridad, pero era imposible que el Rocasa sacase partido, porque detrás del muro defensivo sientre estaba Ana Temprano.