Mireia se repuso de la paliza y es favorita en el 1.500
Después de la paliza del jueves, pasó a la final con el mejor tiempo. "Tengo la serie del 200 mariposa. Intentaré aprovechar lo máximo para descansar".
Después de la paliza del jueves —nadar tres finales, dos seguidas—, Mireia Belmonte llegó al hotel exhausta. Cenó, pasó por las manos de los fisioterapeutas y a dormir. A las 7:30 le sonó el despertador y a las 9:00 ya estaba en la piscina, preparándose para la preliminar de los 1.500.
“Me noté bien, algo cansada en la parte final de la prueba cuando había que apretar”, comentó después de marcar el mejor tiempo y clasificarse para la final de hoy (18:07). La nadadora de la UCAM paró el cronómetro en 16:11.22, por delante de las italianas Ponsele y Caramignoli y la húngara Kapas, sus rivales. La acompañará la gallega María Vilas (16:22.48), que disfrutará de su segunda final europea después del 400 estilos.
“Mañana (por hoy) tengo la serie del 200 mariposa. Intentaré aprovechar lo máximo para descansar y recuperarme. A ver cómo me salen las pruebas”, explicó la catalana.
Belmonte y Vilas no serán las únicas españolas que pelearán por medalla. Melani Costa abrirá fuego en los 200 libre. Llega con la sexta marca (1:57.24) y con las ideas claras: “Tengo que hacerlo mucho mejor. Puedo ir más rápido”, aseguró. Igual pensó Merche Peris en los 50 espalda. Compite con la segunda marca (27.91): “No tengo las mejores sensaciones. No estoy en mi mejor momento, pero hace dos años tampoco y gané”.
"Mireia y Fred buscan dónde está el límite"
José Antonio del Castillo, director técnico de la RFEN, valoró ayer el experimento arriesgado de Mireia el pasado jueves al nadar dos finales seguidas. “Lo veo positivo. Ella y su entrenador están intentando ver dónde está el límite. Estamos a dos años de los Juegos. Fred sabía que era una dificultad y ella quería probarlo. Esperaban que fuera mejor, la verdad”. No obstante, para Castillo está claro que “se demostró que algo así es difícil. Hay que tenerlo en cuenta para la próxima vez, entre prueba y prueba, toca descanso”.