Europeos de Atletismo | La intrahistoria
La lluvia evitó la retirada final de la gran atleta cántabra
La adversa climatología cántabra (“no paraba de llover, apenas podía ponerme los patines”, relataría la atleta) logró que Ruth Beitia volviera con su entrenador de siempre.
Tras los Juegos de Londres 2012, saldados con una frustrante cuarta plaza, Ruth Beitia, ya secretaria primera del Parlamento de Cantabria y entonces con 33 años recién cumplidos, tenía decidida la retirada del atletismo de élite.
En el aeropuerto de Heathrow, Londres, Ruth aseguraba que los Juegos habían sido “la última competición”. Dejó de entrenarse, no hizo pretemporada y, cuando vino el otoño… se compró unos patines para disfrutar del patinaje por las calles de Santander.
Pero la adversa climatología cántabra (“no paraba de llover, apenas podía ponerme los patines”, relataría la atleta) logró que Ruth Beitia volviera con su entrenador de siempre, Ramón Torralbo, para programar ciclos en gimnasio.
De vuelta con Torralbo, los primeros tests de fuerza resultaron bastante espectaculares. Entre ellos acordaron plantearse el Mundial de Moscú: ahí, Ruth subió al podio consiguiendo el bronce. Ayer regresó a un podio: y a lo más alto del mismo.