BALONMANO | LIGA ASOBAL
De seis clubes españoles con títulos europeos no queda rastro
Portland, Ciudad Real, Valladolid, Calpisa, Cantabria y Alzira desaparecieron. Barça, Ademar, Granollers y Bidasoa siguen, pero este último en Honor B.
De los diez clubes españoles que han ganado finales europeas, sólo tres tienen un puesto en la Liga Asobal la próxima temporada (Barcelona, Ademar y Granollers), después de que se esfumaran las posibilidades del Bidasoa de seguir a la máxima categoría. Otros han desaparecido, y el último es el histórico Valladolid que en mayo dijo adiós al no hacer frente a las deudas y no disponer de un plan de viabilidad.
Sin embargo, con la traumática desaparición del Valladolid con el descenso de categoría, un naciente club, el Atlético Valladolid, podrá recoger el testigo, dado que nace sin deudas y en la segunda categoría nacional, precisamente.
Otros clubes no tuvieron tanta suerte, y el caso del Ciudad Real es el más frustrante: ganó cinco competiciones europeas, creó afición y hasta construyó un pabellón propio. Hoy todo eso es un erial pese al intento de Díaz de Mera, su presidente, de dar continuidad al proyecto con el traslado a Madrid, la creación del Neptuno al que patrocinó dos años el Atlético de Madrid, y su defunción de un día para otro. En la mayoría de las desapariciones se reúnen dos características similares: de un lado, la pérdida de un patrocinador (Portland, Teka, Calpisa), y de otro, el final de las ayudas políticas. “El balonmano ha vivido demasiado de las subvenciones públicas”, reconoce Paco Blázquez, presidente de la Federación.
La realidad es que resulta prácticamente imposible que una masa social que no llega a 3.000 socios pueda soportar un presupuesto de equipo campeón de alguna competición europea. Además, Barcelona al margen por ser la sección de un club de fútbol, en los últimos años sólo dos equipos han jugado sus partidos en casa en escenarios de más de siete mil espectadores, y ni el CAI Aragón ni el Atlético de Madrid han sido capaces de levantar el título aunque hayan estado en finales.
El nuevo balonmano español, metido en la procelosa crisis económica, no aspira a jugar en Europa, sino a mantenerse en la competición nacional cumpliendo presupuestos exiguos. La próxima temporada España sólo tendrá dos representantes en Champions (Barça y Naturhouse La Rioja), cuando no hace tanto era con Alemania el único país con tres o cuatro. Además, Recopa y EHF interesan económicamente poco: el Granollers jugará en Europa tras someter la propuesta a una asamblea de socios.