Johann Muehlegg es ahora un promotor inmobiliario en Brasil

Johann Juanito Muehlegg tiene una nueva familia en Natal, Brasil. Allí, con mujer y un hijo de cuatro años, Muehlegg ha reconstruido su vida, trabaja como promotor inmobiliario y su actividad funciona a todo trapo gracias al gran movimiento que ahora hay en Brasil en el sector de la construcción a causa del actual Mundial de fútbol y de los próximos Juegos Olímpicos de 2016.

El esquiador bávaro de Marktoberdorf fue desposeído por dopaje sanguíneo de las tres medallas que inicialmente logró para España en esquí de fondo durante los Juegos de Invierno de 2002, en Salt Lake City (EE UU).

Desde entonces, Juanito, que cumplirá 44 años el próximo 8 de noviembre, sólo ha vuelto a competir en esquí de fondo en la carrera anual amistosa King Ludwig Lauf, cerca de su pueblo. Allí, AS fue el último medio que le entrevistó como competidor: en 2006. Poco después, Muehlegg, sometido a presión exterior constante, abandonó la residencia familiar del hotelito Zum Jeremiah, en las faldas de los Alpes de Baviera, y comenzó a hacer negocios en Brasil.

Nombre supuesto. En este país fue introducido por unos amigos de Grainau que ya residían allí. Johann Muehlegg ha vuelto a competir ocasionalmente en la King Ludwig Lauf… incluso bajo nombre supuesto, para ahorrar presiones a su familia: especialmente a su madre, Magdalena y a su hermano, Martin.

En Natal, Muehlegg admitió al periódico sueco Expressen que está ganando “mucho dinero”. Más allá, Muehlegg es ya un consumado practicante de surf y se declara en “mala forma” para el esquí. “Bebo mucha cerveza, no podría competir ahora en esquí ni dedicarme a ser entrenador. No tengo conexiones con el deporte, ese mundo quedó atrás para mí”, revela el depuesto rey de aquellos Juegos de Salt Lake City.

En Natal, Johann Muehlegg se ha visto envuelto en un pleito después de comprar por 70.000 dólares (unos 51.300 euros al cambio actual, precio de saldo) una espléndida casa a sólo cinco minutos del nuevo Estadio mundialista Arena das Dunas… que el Estado brasileño puso en subasta por impago de impuestos por parte de sus anteriores propietarios, la familia Castro. Sumergido en el mundo de la construcción de inmuebles, Muehlegg tuvo noticia de la subasta de la mansión y la adquirió por esos 70.000 dólares, o 150.000 reales brasileños… sólo para comprobar cómo la familia Castro volvía a plantear una nueva demanda judicial para recuperar la casa.

El Muehlegg de hoy, ya con barriguita y aspecto de cuarentón, dice seguir muy de cerca los partidos de fútbol del Mundial. Cuando los enviados de Expressen le preguntaron si apoyaría a España antes que a Alemania en un eventual enfrentamiento, Muehlegg sonrió y respondió entre risotadas: “Ja, ja… apoyo a tantas naciones, claro, apoyo a las dos. Okey”. Fue la respuesta típica de un corazón apátrida, la respuesta del Juanito de hoy, padre, promotor de viviendas, surfero… y residente en Natal, Brasil.