BALONMANO I LIGA DE CAMPEONES
El Flensburg es campeón de Europa tras otra remontada
El conjunto alemán llegó a perder 6-12 con el THW Kiel, pero le dio la vuelta al marcador gracias a los cambios y terminó venciendo 30-28.
El Flensburg Handewitt se proclamó por primera vez en su historia campeón de la Liga de Campeones de balonmano después de firmar otra épica remontada ante el THW Kiel (30-28), como había hecho un día antes ante el Barcelona en las semifinales.
El verdugo del Barça empezó con muchas dudas en ataque y eso lo explotaron las "Zebras" de Kiel para armar su letal juego de contraataque. Antes del minuto diez, el conjunto del islandés Alfred Gislason ya doblaba al Flensburg en el marcador (3-6, min.8).
El Kiel, un equipo que se siente cómodo defendiendo y corriendo, era un ciclón para un Flensburg que era víctima de sus propios errores en el ataque posicional. Sobrepasado el ecuador del primer acto, el campeón de Budesliga cogía una renta de seis goles (6-12, min.18) que parecía sentenciar la final.
Pero las rotaciones realizadas por el sueco Ljubomir Vranjes dieron otro aire a su equipo. El lateral Steffen Weinhold y Mogensen desatascaron en el posicional al Flensburg, mientras que los daneses Eggert y Svan empezaron a hacer daño desde los extremos.
Con un contundente parcial 6-2 en ocho minutos, el Flensburg apretó el marcador (12-14) aunque el Kiel, de nuevo gracias a sus rápidas transiciones, volvió a pegar un tirón antes del descanso (11-14).
En la reanudación, los de Gislason, que empezaban a dar síntomas de agotamiento por la falta de rotaciones, volvieron a recuperar los cuatro goles de ventaja (12-16). Pero ahí surgieron las figuras del portero Mattías Andersson y el internacional alemán Holger Glandorf, con cuatro goles consecutivos.
El sueco se agigantó en su portería (41 por ciento de paradas) y eso permitió a su equipo correr. Svan y Eggert culminaban la remontada, obligando al entrenador del Kiel a pedir tiempo muerto (20-19, min.39).
La defensa del Flensburg había ganado en intensidad y la primera línea de su rival no encontraba la forma de superarla. Y cuando lo hacía, siempre aparecía Andersson en la portería. Al Kiel se le escapaba la final (25-21, min.46) pero una superioridad numérica le dio algo de oxígeno.
Logró ponerse a un gol (26-25) y tuvo un ataque para empatar, pero el joven Wael Jallouz erró en el pase y permitió a Eggert marcar su séptimo gol en un nuevo contraataque. El Kiel lo siguió intentando pero ya no impidió el triunfo de un Flensbug que se vengó así de la derrota en la final de la Copa de Europa 2006-07.