FINAL FOUR
El Barcelona cae en la tanda de penaltis ante Flensburg
Los alemanes (32-32) forzaron la prórroga en el último segundo tras remontar una desventaja de seis goles y jugarán la final con el Kiel.
El Barcelona se quedó con la miel en los labios, perdió contra el Flensburg en la tanda de penaltis, se queda sin jugar la final, y firma un fracaso deportivo en toda regla. Porque este equipo estaba confeccionado para ganar la Champions, y no estará en la final buena: jugará la consolación este domingo ante el Veszprem húngaro, que cayó antes con el Kiel (29-26). Y lo más curioso, se quedó fuera de la final, entre otras cosas, porque Karabatic, su estrella, falló un penalti en la tarda definitiva, y porque ni Saric ni Sterbik pararon ni uno sólo de los cinco lanzamientos, lo que tampoco es normal cuando estamos señalando a la mejor pareja del mundo en los palos.
Sin duda, fue un duro revés para el Barça quedarse fuera de la final para redondear un buen año. Quedarse fuera y de la manera como lo hizo, sin duda que hace daño en la autoestima de estos jugadores, que en ningún momento fueron inferiores, pero que tampoco aceleraron lo suficiente para ganar. La lesión del pivote Nodesbbo también fue clave. Sin él, el ensayo de Rutenka en seis metros no funcionó, y, sin embargo, rebajó la confianza de Sorhaindo.
Se equivocó el Barcelona cuando tenía seis goles de ventaja y al Flensburg estaba entregado (31-25). Habían sido 10 minutos enormes de Saric para tumbar a los alemanes. Pero sin saber cómo ni por qué, al Barça se le agotaron las ideas, falló lo insospechado y a un segundo del límite Glandorf forzó la primera prórroga (32-32), y en ese tiempo extra el Barcelona tuvo la última posesión, pero le entró el miedo a lanzar a destiempo y perder el partido (36-36) y por eso se llegó a la segunda prórroga, la de los de los penaltis, en la que los alemanes acertaron los cinco, y en el Barcelona falló Karabatic, un jugador que en este Barcelona está desaprovechado relegado a la función defensiva cuando es desequilibrante en ataque, pero Pasqui tiene que templar muchos egos, y en esta semifinal de Colonia, de tanto especular, se le quedó la victoria en las manos germanas.