Deporte paralímpico
Teresa Perales: "Quiero sentir a mi hijo animándome en Río"
Parapléjica a los 19 años, a los 38 la zaragozana Teresa Perales ha nadado en cuatro Juegos Paralímpicos en los que ha logrado 22 medallas, más mundiales y europeas.
Hemos quedado para hablar de su libro, Teresa.
—Nunca pensé que iba a decir una frase así, hablar de mi libro.
—Y se presenta con tacones, Vamos, que es usted una mujer coqueta.
—Es que los tacones me gustan mucho, pero estos no son unos taconazos. Me cuido, aunque no me pinto a diario, sólo para salir, o para estar con mi marido.
—¿Y antes de sentarse en una silla de ruedas ya era igual de presumida?
—Digamos que sí, pero no muy exagerada. Hay que tener presente que me quedé sentada a los 19 años.
—¿Hay un antes y un después en ese momento?
—No, qué va, Mi antes y mi después lo marca la muerte de mi padre cuando yo tenía quince años. Ha sido el único momento en el que me he planteado que no merecía la pena vivir. Mi madre, que se quedó viuda antes de los cuarenta, con dos hijos pequeños, nunca se ha quejado, jamás le he escuchado una queja, con lo que yo he vivido este paso a la silla de ruedas con normalidad. Mi madre es la que me ha marcado los retos.
—Todo empezó un día de fiesta, por cierto.
—Sí, y lo puedo recordar porque fue la noche que salimos a celebrar la Recopa que ganó el Zaragoza con aquel gol imposible de Nayim. Salimos a la Plaza de España, como buena zaragocista, y a la vuelta empecé a notar que algo me pasaba en los pies.
—¿Y cómo le dio a usted por meterse en el agua, cuando su deporte era el kárate?
—Estábamos de vacaciones, en una casa con piscina. Todos se estaban bañando, y yo chapoteando en la orilla. Así que me tiré, y mi madre, para estar tranquila, me compró un chaleco flotador que ahí sigue, en casa. ¡Quién nos iba a decir que 19 años después iba a tener 22 medallas de los Juegos Paralímpicos!
—En cuatro Juegos. ¿Va a perseverar?
—Mi intención es llegar a los cinco, y escuchar cómo me anima mi hijo en los de Río 2016.
—Si el deporte profesional es espectáculo, ¿qué es el suyo?
—Espectáculo también. A nosotros nos gusta competir, la adrenalina de luchar por ganar, de superarnos. En España ya somos cuatro millones de personas con discapacidad que tenemos ese deseo de lucha.
—¿Usted vive del deporte o para el deporte?
—Con el deporte, porque no soy profesional pero me lo tomo como tal; me entreno cada día, trabajo y me dedico a mi hijo y mi marido.
—¿Qué queda de su faceta política?
—Fue una etapa de mi vida que quedó aparcada por mucho tiempo. Quería ayudar a la gente, y lo sigo haciendo de otra manera. Hubo cosas que me gustaron y otras que no.
—Por cierto, hemos quedado para hablar de su libro, de una escritora, deportista y la primera paralímpica con la Gran Cruz de la Orden del Mérito.
—Vengo a decir que todo es posible. No soy una escritora grandilocuente, así que cuento las cosas de manera muy sencilla. El intentar lo que te propones, el no darte por vencido, y lo cuento desde mi propia experiencia, con mucha fe en tus posibilidades.