El escocés Hogg se inmola y Gales aplasta al Cardo

Gales, campeona de las dos últimas ediciones, cerró su VI Naciones con una victoria demasiado cómoda. Más de lo previsto. Escocia iba a plantear batalla, pero el verse con uno más una hora fue fundamental para que el Dragón, ya de por sí poderoso, arrollase a una digna rival que ha ido de menos a más en las últimas jornadas.

Escocia saltó al Millenium con ganas de hacer un buen partido. Su voluntad en los primeros minutos al menos así lo hacía prever. Laidlaw puso al Cardo por delante con un golpe de castigo (0-3)... pero ahí se estancó el marcador para los escoceses. Y es que tras la respuesta de Biggar y el primer ensayo de L. Williams (10-3) se acabó el partido. Y no por mérito del Dragón sino por la tarjeta roja, absurda e innecesaria, de Hogg. El zaguero del Cardo, mejor jugador de Escocia, dejaba a Scott Johnson con uno menos para 60 minutos por golpear con el hombro en la cara a Biggar. Esa jugada reventó el partido. Era cuestión de tiempo. Antes del descanso llegaron dos ensayos que sentenciaban el choque. Al descanso, 27-3.

Tras el descanso la sangría incrementó. Cada vez que Gales abría el juego encontraba a North sin oposición. A Escocia les faltaba un hombre clave en defensa, por cantidad y calidad, y el Dragón se ponía las botas. Varios ensayos más, casi sin despeinarse. Escocia quería salir de Cardiff, pese a saberse muerta, con un try honorífico y peleó con gallardía todo el partido. Lo rozaron con muchas fases cerca de la casa galesa, pero a cada pérdida las estampidas locales hacían sangre. Así llegaron los ensayos de North, Faletau y Rh. Williams. De agradecer que, al menos, Escocia diese la cara.