Fernando Hernández
“El único privilegio que tengo es que puedo viajar en el colchón”
Cumplió ayer 41 años y vuelve para luchar contra el descenso él que estuvo siete años en el Barça y lo ganó todo. Y con España, oro mundial, plata europea y bronce olímpico.
—El sábado, 11 goles de 12 lanzamientos. ¿Celebración de cumpleaños anticipada?
—Nada de eso. A partir de los 40 ya no se celebran. Es decir, ni me lo planteo. Lo importante era ganar al Bidasoa para recuperar un poco la autoestima y darnos una inyección de moral para pelear por la salvación.
—Usted que ha sido campeón del mundo, medalla olímpica, ha ganado Ligas con el Barça, y ahora peleando por no descender.
—A todos nos gusta jugar por los títulos, pero llega un momento en que lo que quieres es jugar partidos importantes, y si antes era por arriba, ahora es por abajo. Es la ilusión lo que te mantiene vivo.
—¿Y la mantiene?
—La temporada anterior estaba a punto de retirarme y me repescó Pastor. Mientras disfrute y pueda echar una mano al Valladolid, el equipo de mi casa, pues adelante.
—Profesional a los 41 ya cumplidos.
—Pues sí. Tengo dos trabajos: el almacén de aluminio de mi padre y el Valladolid.
—¿Le respetan sus compañeros por aquello de la edad?
—Ahora ya no es como antes, porque los jóvenes llegan antes a la élite. Alguno te pide consejo, y poco más.
—¿Y en esos viajes interminables de autocar les aburre con sus batallitas?
—Hablo poco, porque ahí sí tengo jerarquía y me permiten ir tumbado en uno de los pocos colchones que podemos poner. Es que ya me cuesta ponerme en marcha; ya no me recupero de los golpes de un día para otro. Ahora, la verdad, cuesta mucho más.
—¿Tampoco le pregunta por su experiencia su entrenador?
—Algo hablamos, incluso me pide algún consejo, o le comento lo que me parece que puede beneficiar al equipo, pero siempre fuera del partido, porque en el Valladolid las órdenes las da él, faltaría más, Yo me limito a jugar.