Ana Muñoz toma posesión: "Acepto lo de Dama de Acero"

No estuvo su antecesor, David Villaverde, porque a esas horas cumplía sus labores propias como secretario general técnico de Presidencia del Gobierno. Ni tampoco su sucesor, Manuel Quintanar, que como subdelegado del Gobierno en Madrid cubre en funciones la vacante de la titular, Cristina Cifuentes, que se recupera aún del accidente de tráfico que sufrió en agosto. Y aun así, Ana Muñoz Merino no estuvo sola este viernes durante su toma de posesión como directora general de Deportes.

Allí estaba el anterior equipo que formó en la Agencia Española Antidopaje. "No os dejo del todo y sólo os pido que dediquéis la misma pasión que hasta ahora para mejorar y convertir la agencia en un referente internacional", les dijo Muñoz Merino. Entre ellos se encontraba el comandante Enrique Gómez Bastida, director adjunto, que toma provisionalmente las riendas hasta que Quintanar tome posesión. La próxima semana hará una visita, pero aún tardará tres semanas o un mes en ponerse al frente.

También acudieron presidentes y secretarios de muchas federaciones. "Ana pasará ahora de perseguidora a perseguida", dijo alguien en la sala en tono de broma. Efectivamente, Muñoz Merino trabajará de la mano de las federaciones. Con ellas y con los deportistas se comprometió "a convertir todos los días en laborables, porque el deporte no para nunca"; "a involucrar a la sociedad, a los ciudadanos y a las empresas para hacer una gestión moderna y rentable"; "a buscar un retorno económico no sólo fiscal"; "a recorrer hasta el último rincón de España"; "a ayudar a competir más y con más medios"...

"Durante mi etapa en la Agencia desde ciertos sitios me han llamado la Dama de Acero... Y me parece bien, lo acepto si eso se entiende como querer al deporte con un corazón de acero", añadió la nueva directora general.

Igualmente acudieron sus 'jefes': el ministro José Ignacio Wert y el presidente del CSD, Miguel Cardenal. Tras bromear con Muñoz Merino por las numerosas citas literarias que aportó a su discurso (en concreto Rilke, Unamuno, Flaubert, Gil de Biedma y Quevedo), Wert elogió su labor en la Agencia, "que logró transformar", y le dedicó "suerte, porque la capacidad la tiene".

Y así se cerró un acto al que también acudieron muchos medios de comunicación. "Esos mismos a los que el día de mi toma de posesión anterior les dije que no me gustaban, y ojalá que todos los que no me gustan nos ayuden tanto como lo han hecho ellos en la difusión de nuestro trabajo" cerró Ana Muñoz.