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MARATÓN DE MADRID

La maratón de Madrid rindió tributo a las víctimas de Boston

Manos en alto, minuto de silencio y mucha seguridad. No hubo incidentes. Triunfos del keniano Kiprop y de Vanessa Veiga que logra la primera victoria española en 15 años.

Madrid
UN GESTO POR LA PAZ. Antes de la salida, los maratonianos alzaron sus manos con la letra B y mantuvieron un minuto de silencio en memoria de los muertos en Boston.
Pepe Andrés

Veintiséis mil personas lanzaron ayer un grito por la paz y la libertad. Un grito silencioso y por eso más impresionante. Esas 26.000 personas competían en Madrid en la maratón, la media maratón y la carrera de diez kilómetros. Y mostraban su solidaridad con los muertos y los heridos de la Maratón de Boston, celebrada hace un par de semanas, y en la que unos terroristas agriaron la fiesta del atletismo que es siempre una carrera urbana de maratón.

Manos levantadas mostrando el signo de los sordomudos de la letra B, por la B de Boston, un minuto de silencio, lazos negros, alguna lágrima, gestos tristes que luego se convirtieron en alegres, como debe ser, cuando la carrera comenzó. A partir de ahí ya sólo mandaba el deporte.

Y grandes medidas de seguridad. Las maratones mundiales más importantes se pusieron en estado de máxima alerta tras los atentados. Al contrario de lo que sucedía en otras ocasiones, la Policía Nacional apoyó la vigilancia por las calles de Madrid. Y lo hizo con 400 efectivos, especializados en este tipo de cosas. Se sumaron 390 policías municipales más de los que habitualmente se movilizan y también el Samur incrementó sus efectivos. Especial refuerzo en las zonas de salida y meta (allí estallaron los dos artefactos en Boston) y chequeo a no pocas mochilas portadas por los corredores, que aceptaron de buen grado las molestias.

Vanessa Veiga. La primera española que era capaz de llegar en primer lugar a la meta en los últimos quince años, Vanessa Veiga, resumió lo que pensaba la mayoría de corredores: "Lo de Boston puede ocurrir en cualquier lugar, en una plaza o en un supermercado. Pero los terroristas han dado con gente muy valiente, los maratonianos, que no vamos a consentir que siembren el terror. Qué no cunda el pánico. Hay que seguir adelante". Los madrileños dieron ya una lección el día después de los atentados bostonianos: las inscripciones se multiplicaron por cuatro.

Se corrió con tres grados de temperatura en el momento de la salida y con una humedad del 73%. La sensación térmica era de cero grados. Y el viento soplaba con fuerza en algunos tramos de la carrera.

Un miembro de la Brigada Paracaidista bajó de los cielos desde un helicóptero portando una bandera de la candidatura olímpica de Madrid a los Juegos de 2020. Un guiño al Comité Olímpico Internacional.