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JUAN ANTONIO SAMARANCH

"Pedir los Juegos Olímpicos ahora no es un acto de locura"

Juan Antonio Samaranch (53 años) ya no es el 'júnior' del Comité Olímpico Internacional que presidió su padre. En julio fue elegido para la Comisión Ejecutiva.

Samaranch.
Jesús Aguilera

Está claro que los Juegos no se van a ganar con la visita de la Comisión, ¿pero se pueden perder?

Es una frase verdadera. Una explicación incompleta o pobre de nuestros objetivos y capacidades podría afectar negativamente. Todo el mundo espera que las presentaciones sean perfectas. Eso es el estándar. Cualquier cosa menos que perfecta, afecta.

Usted vive el COI desde dentro, ¿qué busca ahora?

Hemos pasado unos años donde lo principal fue ensanchar el mundo olímpico, abrir fronteras: Río 2016 o Pyeongchang 2018. También Sochi 2014, en el Cáucaso. Hay dos sensibilidades: la reforzada por Londres de dar a los Juegos el soporte de un país y una ciudad muy estabilizada. Y otra, que sirvan para ayudar a desarrollar otras zonas.

¿Qué errores se cometieron en 2012 y 2016?

Ufff. Esto es también deporte. Corrimos todo lo bien que pudimos. No soy capaz de identificar grandes errores. Lo que tengo claro es que este proyecto es mejor que los otros y tiene la ventaja de ser de sobra conocido por los miembros del COI. Hemos llegado a un punto en el que ninguno de nuestros colegas nos pregunta cómo vamos a hacer los Juegos. La capacidad se da por sentada. Lo que tenemos que trabajar es en explicar el software, por qué los queremos. El hardware ya lo tenemos.

Esta vez la candidatura es más deportiva y menos política, ¿mejor?

Sí. Dentro del mundo olímpico, el ver el liderazgo del COE es un plus, una buena noticia. De todos modos, tenemos un apoyo incondicional del mundo político sin el cual la candidatura no iría a ningún sitio.

Usted pasa mucho tiempo fuera. ¿Tan mal se ve la situación económica de España?

Sí. Aunque la percepción está mejorando rápidamente, nos seguimos encontrando que los grandes medios financieros anglosajones, que son los que leen los integrantes del COI, siguen abriendo con titulares negativos. Debemos tranquilizarles, decirles que hacer los Juegos no es un acto de locura sino de responsabilidad. Más que dónde y cómo los haremos.

Cuando se produjo el corte, ya se advirtió que la evolución de la economía se seguiría con especial interés...

Un nuevo empeoramiento sería malo. Pero la prima de riesgo ha bajado de 600 a 300, hace seis meses se temía un rescate del que ya no se habla y los agoreros veían el fin del euro. Las previsiones indican que de aquí a septiembre habrá más estabilidad. Tenemos que explicar con calma nuestros números y hacerles ver que es muy razonable y muy bueno para la economía organizar los Juegos.

La palabra 'legado' siempre está en boca del COI. Qué mejor que dejar unos Juegos a un país que tanto necesita un impulso económico, ¿no? Ese es el argumento.

Hay dos argumentos: qué gano yo y qué gana el COI. Nosotros pedimos dar un impulso a un país del sur de Europa que puede recuperar la ilusión de nuestros jóvenes. Lo que ofrecemos es que los Juegos en Madrid, tras la experiencia de Barcelona, pueden ser una gran fuente de inspiración para la juventud mundial y una demostración de que en este contexto se pueden organizar unos Juegos con un coste dramáticamente inferior al de experiencias recientes. Que pueden ser patrimonio de todo el mundo y no sólo de unos pocos países ricos.

¿Tanto lastró la política antidopaje? ¿Es muy positivo que ahora se vaya a ir a Buenos Aires con una ley nueva?

Sólo se puede aplaudir. Era muy necesario para ir con la cabeza bien alta, explicando que peleamos como el que más. No puede venir mejor.

¿A esos miembros del COI le llegan ecos del juicio de la Operación Puerto?

¡Desde luego! No estarán pendientes de lo que pase cada día; pero cada semana, al cien por cien. Este es un tema candente que afecta al olimpismo.

Así que sería fundamental una buena resolución

Cuesta mucho entender por qué pudiendo identificar a los deportistas involucrados no se hace. Les contamos que es una causa penal y no administrativa, pero no se entiende. Paso más tiempo explicándolo de lo que me gustaría, es recurrente. Pero me quedo con la Ley, pactada con la AMA. Un paso importantísimo.