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COPA DE ESPAÑA

El Barça alcanza la final con exhibición frente al Santiago

El Barcelona es el primer finalista de la Copa de España de Alcalá tras pasar por encima del Santiago (2-5), que aunque lo intentó, nunca llegó a poner en aprietos al equipo culé.

Actualizado a
Wilde, Gabriel y Ari Santos, en una celebración durante la semifinal.
EFE

El Barcelona es el primer finalista de la Copa de España de Alcalá de Henares después de vencer al Santiago (2-5). Los de Marc Carmona tendrán así la oportunidad histórica de aspirar a su tercer título seguido, algo que hasta hoy sólo ha logrado el Caja Segovia. Una final a donde llegan como los máximos favoritos después de dos auténticas exhibiciones, tanto en cuartos ante el Zaragoza como en semifinales ante el equipo gallego.

Y es que ante el Santiago, el Barça puso el turbo desde el principio. Y vaya si lo sufrió el Santiago…desde el primer minuto. Porque cuando sólo se llevaban transcurridos segundos de juego, una jugada de Ari desde la izquierda acabó en los pies del ‘killer’ titular culé, Wilde, que no falló. El suplente, Fernandao, tampoco necesitó mucho más para mojar. Un balón que recibió de espaldas, posición donde es casi imparable, lo convirtió en un disparo que sorprendió a Barrón. Aicardo se unió a la fiesta definiendo una contra por encima del meta gallego. Ocho minutos y el Santiago, sin hacer nada especialmente mal, tenía el partido muy cuesta arriba (0-3). Pura pegada azulgrana.

Pero el equipo gallego supo sobreponerse. Nunca dejó de intentarlo, por más que le costara un mundo probar a Sedano. Pero así, más por garra que por elaboración, Quintela robó un balón en campo contrario para fusilar la portería del Barça. Gol que dejó a los de Valladares la sensación de que no estaba todo perdido, mientras que los aficionados gallegos que se dieron cita en el pabellón Caja Madrid de Alcalá (unos cientos que se hicieron notar) cantaban el “sí, se puede”.

Pero la afición que más se escuchó tras la reanudación fue la culé, porque su equipo volvió del vestuario con las pilas y los ánimos recargados. Fernandao, inspiradísimo ayer de cara a puerta, y Lin fueron los encargados de sentenciar el encuentro con dos picotazos. El Santiago ya nunca más se vio con opciones, aunque durante fases tuviese el control, también porque el Barça decidió bajar la línea de presión. Más cuando a falta de seis minutos, el equipo gallego recurrió al portero-jugador, que sólo le valió para marcar un intrascendente gol, obra de Alan.