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SERBIA 20 - ESPAÑA 31

España arrasa a Serbia y se cita con Alemania en cuartos

Los de Valero Rivera se repusieron con solvencia de la expulsión de Viran Morros en el minuto 13 y consiguieron pronto una amplia ventaja que no peligró en todo el partido.

Valero Rivera, lateral de España, tira a puerta ante Darko Stani.
Valero Rivera, lateral de España, tira a puerta ante Darko Stani.Javier CebolladaEFE

España se metió en los cuartos de final con todos los pronunciamientos a su favor. Tumbó a Serbia firmando la primera mitad soñada- Mitad por los aciertos propios, y mitad por los desaciertos de Serbia, incapaz de circular con seguridad el balón delante del 6-0 español. De ahí sus diez pérdidas en el primer tiempo, demasiadas cuando sólo fuerzas una recuperación. Eso fue la puntilla para el equipo balcánico, que entró en la pista muy lejos de la concentración que demostró la Selección liderada por un Sarmiento magistral, que descolocó con sus penetraciones cualquier intento de los hombres de Vukovic por meterse en el partido.

La expulsión de Morros pudo haber trastocado los planes de España al perder a su mejor defensor. Pero no se notó su falta. La combinación Guardiola-Cañellas mantuvo un tono extraordinario por la movilidad, agresividad, y por dominar el espacio ante los temidos cañoneros serbios, ayer poco menos que desconocidos. Es más, incluso hubo inferioridades a lo largo de esta primera parte que España las saldó con ¡2! tantos de ventaja, que ya es una diferencia apreciable cuando a este nivel se juega con uno menos, por ejemplo.

Al descanso los números eran demoledores, y el 20-12 del marcador señalaba que España había encarrilado su paso a los cuartos. Y aunque por momentos parecía que los serbios iban a tirar de orgullo por aquello de su vigente subcampeonato de Europa, fue un error. Un espejismo pasajero por más que rebajasen la diferencia a lis cinco tantos. Albert Rocas, a una velocidad de vértigo, recuperaba las diferencias que acababan en ese 31-20 defintivo.

Valero Rivera utilizó a todos sus hombres, en un gesto de colectividad, para que todos se sintieran protagonistas de esta victoria que pone a España a un pie de las semifinales, la línea que marca el éxito del fracaso para una Selección que desea colgarse una medalla. El último escollo llega mañana, otra vez en el Príncipe Felipe de Zaragoza, que ayer se llenó y vibró. El rival es Alemania, un equipo renovado pero con el aval de haber sido capaz de tumbar con solvencia a la gran campeona Francia. Pero es mañana, y anoche los nuestros querían disfrutar.