España se toma muy en serio al luchador combinado egipcio

Hungría pasó por encima de Egipto en el debut en este Mundial (32-23), pero haría mal España con quedarse con el detalle del resultado. Egipto vale más que eso, y la prueba es que en la preparación goleó a domicilio a Serbia (18-34), hace sólo una semana. No, no será un rival tan sencillo, y la prueba es que está al nivel de Túnez, por ejemplo, que ayer derrotó a Argelia y que en el primer encuentro puso en apuros a la mismísima Francia.

Por fortuna, Viran Morros, como portavoz en este caso de la Selección, lo tiene claro: "Egipto no es el equipo de la primera parte ante Hungría; más bien me parece que esta tarde será como el de la segunda mitad". Y en esa segunda parte lo que hicieron los egipcios fue casi equilibrar el partido, remontar cinco goles, y meterle presión a la selección magiar, recientemente semifinalista (cuarta al final) en los Juegos Olímpicos.

Importan los goles. Valero Rivera invitó a sus jugadores a que el sábado se quedasen en el hotel a ver la transmisión del encuentro Hungría-Egipto. Y ellos, repasando el choque, resolvieron lo mismo: la actuación extraordinaria del portero húngaro Mikler (más de un sesenta por ciento de acierto en la primera parte) maquilló la diferencia entre ambos conjuntos. "Egipto tiene buenos jugadores y cañoneros en la primera línea, y es el típico equipo del norte de África, duro, correoso, complicado", resume Morros, que tendrá el trabajo de anular las ideas creativas de los centrales rivales.

Para España, el choque representa un paso más en la preparación que tiene Valero Rivera, de cara a los dos choques determinantes para concluir entre los dos primeros del grupo, contra Hungría y Croacia, pero no se puede fallar hoy, ni olvidar el average goleador por si al final hay que decidir la plaza en función de la diferencia de goles.