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RUGBY CHAMPIONSHIP

Australia alivia su crisis a costa de los Springboks

Nueva Zelanda solo pudo someter a los Pumas en el último cuarto de hora.

Actualizado a
Australia alivia su crisis a costa de los Springboks

El pie inmaculado de Berrick Barnes (cuatro golpes de castigo y dos transformaciones) apuntaló una terapéutica victoria para Australia frente a Sudáfrica (26-19) en la tercera jornada del Rugby Championship. El primer triunfo de Australia no alcanza para enmascarar todavía el creciente escepticismo contra Robbie Deans, el entrenador wallaby, pero al menos alivia la asfixiante presión reunida en una nación en la que el deporte, y el rugby en particular, son cuestión de orgullo patrio y materia para la crítica más feroz. Y traspasa las tensiones a los Springboks. Queda sentado que, hoy por hoy, los All Blacks no tienen interlocutor en este torneo. Al menos para la victoria final. Sí, desde luego, en partidos como el que ayer le planteó Argentina, una emboscada estratégica y viril que, al igual que ocurriese en el pasado Mundial, no permitió a los All Blacks desanudar su juego y asegurar la victoria por 21-5 hasta el último cuarto de hora, con ensayos de Julian Savea y Cory Jane.

Sin desatar un juego particularmente apreciable, al menos Australia emergió del túnel anímico en el que los había dejado varados la doble derrota frente a los All Blacks. Sudáfrica golpeó primero con un ensayo de Habana, que aprovechó su fulgurante explosividad en los espacios cortos para reciclar el balón a los pies de un ruck próximo a la línea de marca y volar bajo hasta el ingoal. Los 16 puntos de Berrick Barnes (cuatro golpes y dos transformaciones) más los ensayos de dos héroes secundarios como Higginbotham, recién ingresado desde el banquillo, y el sobrio pilar Ben Alexander, traspasaron la crisis a los Springboks.

Antes, los All Blacks habían sometido a Argentina en una noche de perros en Wellington, donde el viento, la lluvia y la sostenida pelea en el terreno de juego produjeron un partido intenso y descarnado, lejos de las preferencias de una Nueva Zelanda que sólo logró impuso su ritmo de balón y llegada en oleadas en el cuarto de hora final, con dos ensayos fieles a su estilo veloz y expansivo de Savea y Cory Jane. Después de tres jornadas, los All Blacks cuentan sus partidos por victorias y mantienen intacto el perfil de favorito indiscutido con el que afrontaron el torneo. La próxima jornada, el sábado que viene, Australia recibe a Argentina y los All Blacks a Sudáfrica.