'This is Hurlingham', la quintaesencia de Londres
Los tenistas se preparan en un exclusivo y lujoso club. Un paraíso a orillas del Támesis donde se preparan los tenistas españoles para el torneo olímpico.


En Fulham, a tres paradas de metro de Wimbledon, un cartel disuade al visitante: "Private members only". Sólo socios. Un jaguar espera que le den paso en la puerta. No parece un día laborable. Ni Londres. Es The Hurlingham Club, un "oasis verde" donde se guarda "la quintaesencia de la tradición británica", según su carta fundacional.
Por un camino enmarcado con azaleas y ensombrecido por castaños se accede a The Little Wimbledon, tres pistas de tenis de hierba natural, de las 17 del recinto, donde Álex Corretja y Arantxa Sánchez Vicario dirigen los entrenamientos. "Esto ha sido una gran idea -explica Corretja-. En Wimbledon sólo disponíamos de 45 minutos en una pista que debían compartir cuatro jugadores y aquí podemos estar seis horas. Incluso comemos aquí. Somos el único equipo del mundo con estas facilidades". Facilidades que, además, no salen caras pues la Federación asume sólo el pago del mantenimiento de las pistas.
Además, la RFET, aunque los tenistas duermen en la Villa, ha alquilado dos casas próximas a Wimbledon para que los tenistas puedan ser tratados por los fisios durante el torneo que arranca el sábado o descansar si hay parones por lluvia. En total, unos 50.000 euros. Todo por la medalla.
Hurlingham ha relajado estos días sus normas. El blanco obligatorio de la vestimenta ha dejado paso al rojo de la ropa de España. Una nota a pie de cancha lo aclara a los socios, por si acaso.
Venerables.
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Socios como el venerable John Malvern: "¡Son unos días! Y es un honor acoger a estos chicos. Esto es un club social que comenzó en 1867 como terreno para la caza de pichones. Luego vino el polo, el squash, el cricket, el tenis". ¿Y hay mucha lista de espera? "Dos socios deben avalarle, esperar una media de 16 años y pagar unas 12.000 libras por temporada. Es uno de los clubes más prestigiosos de Londres". La selección inglesa de cricket lo frecuenta, por ejemplo.
En Hurlingham se celebra una exhibición previa a Wimbledon, Bjorn Borg era uno de sus asiduos para aclimatarse a la hierba y Arantxa Sánchez Vicario contribuyó también a cerrar el acuerdo. "Estuve aquí jugando con Martina Navratilova hace tiempo, conocía a la directora y Rafa (Nadal) y Carlos (Costa, su agente) nos recomendaron intentar cerrar un acuerdo. Es ideal, porque hemos huido del caos que hay en Wimbledon", se congratula la capitana mientras los socios disfrutan de una limonada fresca al sol. This is Hurlingham.