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EUROPEO DE BALONMANO | ESPAÑA 24-CROACIA 22

España gana al sprint

La Selección de Valero Rivera fue por detrás casi todo el partido y aprovechó un buen arreón final para colocarse líder del Grupo II y dar un paso de gigante hacia las semis.

Rubén Jiménez
Actualizado a
España gana al sprint

Agónica y trabajadísima victoria de la Selección de Valero Rivera, que da un paso de gigante para meterse en semifinales del Europeo de balonmano.

Una victoria que llegó al final, con un acelerón español en los últimos minutos que dejaron sin reacción a una selección croata que fue por delante durante todo el encuentro y que echó en falta a Ivano Balic, que no anotó ni un gol.

El encuentro fue de una gran intensidad, desde el inicio. España salió a morder y en un principio lo consiguió. Pero el ambiente (increíble el griterío croata en Novi Sad), las pérdidas de balón y la velocidad de los balcánicos al contraataque propiciaron un parcial de 7-0 para los hombres de Goluza.

Una caraja que Valero Rivera quiso cortar por lo sano en un tiempo muerto y España empezó a circular mejor el balón en ataque y la bola llegaba a los extremos. La aportación de Víctor Tomás fue clave para mantener a España viva en el encuentro.

Pero a falta de Balic, bueno era Strlek para Croacia. Sus cuatro goles llegaron en la primera mitad y provocaban que los españoles se fueran tres abajo al descanso. Entre él y Vuckovic abrían vías de agua en el dique defensivo del seleccionador Rivera.

Precisamente la defensa cambió en la segunda mitad, ahogaba a Croacia y provocaba pérdidas y malos lanzamientos, pero España seguía sin ponerse por delante en el marcador. Unas veces por culpa de la ansiedad y de malos ataques y otras, las que más, por culpa de Alilovic, que se convirtió en una pesadilla para los extremos.

Hasta que apareció Víctor Tomás en escena. Anotó tres goles consecutivos y forzó un siete metros que permitían a España igualar el marcador... pero seguía sin ponerse por delante. Esta vez, las exclusiones tuvieron la culpa. Cuatro minutos consecutivos en inferioridad que sólo retrasaron lo que parecía lógico.

España era mejor y debía tomar ventaja. Su ataque era fluido, preciso y un gol de Cristian Ugalde ponía por delante a los de Valero Rivera a falta de menos de tres minutos. Primera estocada a Croacia, pero aún se guardaría la Selección dos puntillas para el final.

La primera, un tanto de Maqueda de garra, resbalándose, casi desde el suelo, pero con la maña suficiente como para colar el balón en la portería de Alilovic. Y la última a falta de menos de treinta segundos y con el brazo de los colegiados levantado amenazando pasivo. Cañellas se elevaba, flotaba en el aire y soltaba el brazo con violencia. El balón entraba y España estallaba de felicidad.

La Selección hacía cumbre, había luchado durante todo el partido con la montaña croata y finalmente la había escalado. Ahora, desde lo alto del Grupo II, divisa con más claridad el objetivo. Alcanzar unas semifinales que parecen al alcance de la mano, pero para las que aún quedan dos partidos de lucha y derroche físico. El siguiente paso, ante Islandia (martes, 16:10).