Albert Soler deja el CSD para optar a un escaño

Albert Soler (Barcelona, 45 años) dejó ayer de ser secretario de Estado para el Deporte, cargo para el que fue nombrado el 1 de abril y en el que cesa tras 189 días a petición propia. El Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto por el que se comunicaba el cese, ya que concurrirá en las listas del PSC por Barcelona como número 7 (en las pasadas elecciones fueron elegidos 16). Podía haber continuado hasta el 20 de noviembre, pero ha preferido que la campaña en su circunscripción no interfiriera en la responsabilidad deportiva.

Soler, que había ocupado antes el puesto de director general desde el 30 de abril de 2008, sucedió a Jaime Lissavetzky y se fijó tres objetivos para un mandato que debía ser de 12 meses y se ha quedado poco más de seis por el adelanto electoral: "Modificación de la Ley Antidopaje para adaptarla al Código Mundial, actualización de la Ley del Deporte Profesional y regularización de los profesores de Educación Física". Lo primero está hecho. Lo segundo queda "en el tintero" por falta de consenso político aunque existiera un borrador y lo tercero está conseguido pero por la disolución de las Cortes no está aprobado.

Activo. El político barcelonés comenzó recurriendo la absolución de Alemayehu Bezabeh (que fue sancionado después con dos años por dopaje), congeló las becas ADO a los atletas de la Operación Galgo, anunció que los implicados en casos de dopaje no serían seleccionados (luego se dio una marcha atrás parcial), se mostró contrario a las nacionalizaciones (aunque Serge Ibaka vistió de español al iniciar el proceso Lissavetzky), estuvo firme en su postura de "no dar un euro" en el conflicto del fútbol AFE-LFP y consiguió la aprobación de la modificación de la Ley Concursal.