Rugby | Mundial de Nueva Zelanda
Rumanía se marcha de vacío y el mítico Tincu dice adiós
Georgia ganó un duelo muy físico
Marius Tincu ya forma parte de la historia del rugby. El talonador rumano de 33 años, 110 kilogramos y 1,80 dijo ayer adiós a los Mundiales después de completar su cuarta participación con la rocosa selección de los Robles. Y lo hizo con un sabor agridulce. Alcanzaba medio centenar de internacionalidades (si no hubiera priorizado los compromisos de club habría superado el centenar) y se despidió en un partido ante los georgianos, el derbi de las apisonadoras europeas.
Rumanía nunca había encadenado cinco derrotas seguidas y jamás había ocupado el último lugar de su grupo en sus cinco anteriores participaciones en los Mundiales. Pero ayer fue derrotada con solvencia por Georgia (25-9), que demostró tener unos delanteros más frescos, acumulaban un partido menos en sus piernas, y más dinámicos. Tincu fue claro: "Georgia ha vencido y en el rugby siempre gana el mejor. Estábamos cansados y han sido sacar rendimiento a su potencia física".
Preguntado por su marcha, el entrañable gigante concluyó sonriente: "Después de tantos años, habrá mucha gente que agradezca no encontrarme en el camino... Gracias a todos. El rugby me lo ha dado todo". Se va un gentleman, un mito.