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Dudas en la investigación sobre la muerte de Wanjiru
Las circunstancias de la muerte del campeón olímpico de maratón siguen sin aclararse y la Policía, que en principio apuntó a un suicidio, ha indicado que podría tratarse de un accidente.
Lo que sí han aclarado las autoridades policiales es que Sammy Wanjiru, de 24 años, saltó de un balcón de su casa, en la localidad de Nyahururu, en el centro de Kenia y, en principio, lo trataron como un suicidio ocasionado por los problemas legales y familiares en que estaba envuelto.
Wanjiru, ha señalado la Policía, fue a su casa sobre las once de la noche (20.00 GMT) del domingo pasado con una mujer, con la que había estado en un acto social, y poco después llegó inesperadamente al domicilio desde Nairobi su esposa, Triza Njeri, con la que el atleta mantuvo una fuerte discusión.
Según la primera versión, tras esa discusión, Wanjiru, que había bebido alcohol, salto desde un balcón de la casa al suelo y sufrió graves heridas, por lo que fue trasladado con urgencia al hospital local, donde fue imposible reanimarlo y certificaron su fallecimiento a la una de la madrugada del lunes.
Esa versión apuntaba a un posible suicidio, pero posteriormente una fuente policial indicó que la esposa de Wanjiru lo encontró con la otra mujer en la cama, en su habitación, en la primera planta de la casa, y tras una breve discusión atrancó la puerta y los encerró en el cuarto.
Según esta nueva versión, recogida por el diario local Daily Nation, Wanjiru saltó del balcón del primer piso para salir de la habitación y, supuestamente de forma accidental, se causó heridas que le ocasionaron la muerte.
Wanjiru tenía que haber comparecido el próximo 23 de mayo en el juzgado de la zona de Nyahururu para responder de una acusación de posesión ilegal de armas de fuego.
Su esposa y un guarda de la finca donde está su casa habían denunciado a Wanjiru por agresión pues disparó sobre ellos sin herirlos, pero posteriormente retiraron la acusación.
Por otro lado, según el Daily Nation, algunos de sus amigos habían indicado que Wanjiru estaba muy afectado por sus problemas familiares y había enviado mensajes por teléfono móvil en los que amenazaba con suicidarse.
Sin embargo, su entrenador, Federico Rosa, ha descartado la posibilidad de un suicidio y señalado que habló con él el sábado pasado y el atleta estaba relajado y contento, esperando nuevas carreras este año.
Desde ayer, en el depósito de cadáveres del hospital de Nyahururu, se han reunido una multitud de personas, para dar el pésame a su esposa, Triza Njeri, a su madre, Hanna Wanjiru, y al resto de sus familiares.
También se han acercado a ver a los familiares y ofrecerles sus condolencias atletas como Janeth Jepkosgei, Gregory Konchellah, Duncan Kibet, Matthew Kisorio o Charles Kamathi