David Cano mantiene con vida al Sporting de Gijón

Los dos equipos prometían espectáculo en la previa del encuentro. Cierto es que los esportinguistas viajaban con bajas importantes como las de Abelardo, Blaya y Tomás, pero estaban bien cubiertas por las de Cotelo, Eraña y Marcelino, así que nada de victimismos antes de empezar el choque. Los rojiblancos contaban con los recuperados Contra y Paunovic, un seguro de calidad para los de San Román.

El escenario, la plaza de toros de Valdemorillo, donde los aficionados iban a presenciar un partido entre dos de los mejores equipos de la competición, que terminaron líderes sus grupo, dejando ambos unas magníficas sensaciones lo que no hacía otra cosa que hacernos pensar en lo igualado que estaba todo antes del inicio del partido. Carlos Megía Dávila fue el encargado de dar el pitido inicial y con él se pudo comprobar quién de los dos estaba más inspirado en esta primaveral tarde madrileña, que se tornó en truenos y granizo, quizás un mal presagio para uno de los dos equipos.

El Atlético empezó mandando en el juego, más asentado y con más tensión pero sin hacerlo efectivo en el marcador. Ninguno de los dos conseguía inaugurar el marcador, demostrando la igualdad que se presumía antes de comenzar. El Mono Montoya se adueñaba de la pelota y del ataque de los locales, jugando de libre, con el balón en sus pies y dando alternativas a sus compañeros. El Sporting no se amedrentaba y defendía con mucha solvencia para montar vertiginosas contras que obligaron al portero argentino a intervenir en numerosas ocasiones.

Fue Gabriel Moya en el minuto nueve el que abrió la lata de los truenos y Mena el que le acompañó dos minutos más tarde para subir a dos la diferencia, que fue acortada por Cotelo, que debutaba hoy y demostró que quién tuvo, retuvo. El jugador del Sporting no notó el debut y se convirtió en el mejor de los suyos en estos inicios de partido. Los visitantes empataron el partido por mediación de Manolo, justo cuando empezó a granizar sobre la sierra madrileña con una inusitada fuerza.

El dominio del juego había pasado al otro lado y era el Sporting quién dominaba, con el Atlético esperando y jugándoselo todo a Paunovic, el mejor de los atléticos. Esta mayor posesión de balón no se tradujo en goles y como esto cambia de un momento a otro, Roberto aprovechó sus minutos para poner al Atlético por delante. Paunovic se sumó a la fiesta y Alejandro la estropeó un poco al filo del descanso, cuando hizo un gol en propia puerta.

La segunda parte comenzó fuerte, con gol de los atléticos que fue rápidamente contestado por Fredy, tras un penalti de Dani que le costó la expulsión. Así pasaron los minutos, con el Sporting sin encontrar el gol y los rojiblancos dominando el partido, pero sin conseguir aumentar las diferencias como querían los seguidores atléticos que se dieron cita en la plaza de toros de Valdemorillo.

Montoya paraba al igual que Sergio, el ex rojiblanco, que defendían sus porterías con uñas y dientes. Pero como sucede con los grandes jugadores, el momento de Paunovic estaba por llegar y llegó, en el minuto cuarenta y cuatro y tres minutos más tarde, para subir la diferencia a los cuatro goles, momento en el que los hombres de Redondo vieron que el partido estaba acabado, pero como quiera que esto dura otros sesenta minutos más, no cejaron en el empeño por conseguir maquillar un marcador que les diera aire para el de vuelta.

Fue David Cano quién lo hizo posible con dos goles en un minuto que deja la eliminatoria con las espadas en todo lo alto y con todo por decidir. Buen partido entre dos equipos que demostraron la calidad que han venido demostrando en esta liga