Gales se empeñó en perder e Inglaterra en no ganar

Inglaterra y Gales rivalizaron en fallos defensivos e indisciplinas en un duelo que decantó Ashton para los primeros.

En la primera mitad Gales lo hizo todo, casi nada bien. Arrancó efervescente desperdiciando dos golpes, cometió un error gravísimo en defensa con una inexistente segunda cortina defensiva que posibilitó el ensayo de Ashton, y Andy Powell confirmó su mala cabeza regalando dos golpes de castigo intolerables que Flood rentabilizó. Para más inri, el inglés Deacon vio la amarilla, pero los dragones no aprovecharon esa superioridad. El marcador de 6-13 al descanso hablaba peor de los galeses que mejor de los ingleses.

En la segunda parte siguieron los regalos. Primero el inglés Ashton y luego el galés Mitchell, que vio la amarilla. La indisciplina lastraba a ambos, empeñados en aumentar el marcador rival. Inglaterra aprovechó su superioridad machacando el eje hasta partir a Gales, para abrir de libro al espacio al pichichi Ashton. Inglaterra tenía el partido en el zurrón, pero otro error, en una ruptura del intervalo de Roberts, concluyó con Stoddart posando: 16-23. A un ensayo, a un error. Y en esas saltó Wilkinson por el sobresaliente Flood. Justo cuando Hook se cobraba otra indisciplina: 19-23. Inglaterra estuvo a un metro de ensayar, pero erró. Por supuesto. Y Gales murió arriba, regalando el enésimo golpe. A Wilko: 19-26. Mal partido. Hoy le toca el turno a Irlanda y Francia.