"Intentaré mantener el prestigio del apellido"

Vaya sorpresa. Llega del Europeo júnior como el destacado de España, y deja el Ciudad Real por el Naturhouse.

Era una de las ofertas que tenía. Había más, incluso del extranjero, pero esta era la más oportuna e interesante. Mi salida del Ciudad Real a lo mejor no es definitiva, pero tengo la obligación de mejorar.

Me imagino que siendo su padre el entrenador del Ciudad Real habrá habido cierta dirección en ese sentido.

En mi casa no hablamos mucho de balonmano, aunque lógicamente hay cosas que se comentan, pero tanto mi padre como mi madre han aceptado mi decisión. Es el momento de salir de casa.

¿No le parece que es una responsabilidad el apellido que lleva?

Llevo conviviendo con él desde que nací. Mi padre ha sido uno de los mejores jugadores de la historia y ahora intento mantener el prestigio, pero soy otro Dujsebaev.

Usted juega de lateral zurdo y de extremo. ¿No le parece que se queda pequeño para lateral (1,87 m)?

La estatura influye, pero no es definitiva. Se puede buscar el gol de muchas maneras, y lo importante es tener calidad. Mi ventaja es que no sobran los zurdos, y que son necesarios para el juego. Lo uno por lo otro.

España, subcampeona en el Europeo, y usted como el líder del grupo. ¿Le ha revalorizado?

España tenía una buena selección en esta edad. Fue una pena no ganar el oro. Creo que el valor se gana cada día.

La campaña anterior ya jugaba con asiduidad en el primer equipo del Ciudad Real. ¿Cómo se lleva en el vestuario ser el hijo del entrenador? Lo que se oye no siempre será agradable.

Dentro de la plantilla yo era uno más de aquel plantel, aunque fuese de los jóvenes. No creo que en el vestuario los compañeros contuviesen sus comentarios porque yo estuviese allí. La verdad, es un equipo muy profesional del que me ha dado pena dejarlo, pero es lo mejor para mí.

¿Se imagina rival de su padre con la camiseta del Barcelona?

Creo que es el único equipo al que no habría ido, al menos en este momento. Al margen del Naturhouse, sigo siendo seguidor del Ciudad Real.

Usted nació en Santander, pero hay una generación de hijos de ex soviéticos que se están haciendo un hueco en la Liga española.

Con Kisselev hijo he jugado en la cantera del Ciudad Real (ahora está en el Guadalajara), y al llegar a Logroño me he encontrado con Tioumenchev, hijo de otro gran jugador ruso.

¿Y en que hablan entre ustedes?

Yo nací en Santander, pero en mi casa siempre hemos hablado ruso, con lo que se puede decir que es mi idioma materno. Por eso cuando me encuentro con amigos de origen ruso hablamos en ese idioma. Con Tioumenchev, en ruso.

¿Qué piensa hacer en Logroño al margen del balonmano?

Pues estudiar idiomas. Mi intención es matricularme en alemán, del que ya tenía una base de cuando mi padre estuvo en la Bundesliga, y no quiero olvidarlo. Y, además, sacarme el carné de conducir.

¿Y el objetivo deportivo?

Ayudar al equipo todo lo que pueda y aprender. En mi puesto también actúa Víctor Hugo, que es baja hasta la segunda vuelta. Y con eso, que el Naturhouse tenga un buen año.