La gente de Chicago duda de la solvencia de su candidatura

Chicago es una de las ciudades norteamericanas que más están sufriendo la crisis económica. La Ciudad del Viento tiene un agujero fiscal de 250 millones, ha despedido a 400 de sus empleados municipales en las última semanas y ha dado dos semanas de vacaciones forzadas y sin sueldos a los trabajadores del Ayuntamiento. Incluido el alcalde Richard Daley. La indignación popular y las críticas de los ciudadanos a los líderes que defienden la candidatura olímpica para 2016 se han convertido en habituales.

Daley debe responder a las mismas preguntas: ¿Cómo pagaremos los Juegos? ¿Nos puede asegurar que no subirán nuestros impuestos para pagarlos? A lo que Daley responde: "2016 es una gran oportunidad, quizás la última, para que Chicago se recupere y salga de su crisis presupuestaria". Daley vende a sus ciudadanos que la cita olímpica supondrá una inversión indirecta en la economía local de 22.000 millones de dólares y dejará 1.000 millones de dólares en nuevos ingresos locales. Un 64% de los habitantes de Chicago apoya la candidatura, pero el 75% no quiere subida de impuestos.