La crisis económica ha obligado a la cadena de televisión NBC a hacer rebajas y vender por menos de los tres millones iniciales los anuncios de la Super Bowl que el domingo por la tarde jugarán en Tampa, Florida, los Pittsburgh Steelers y los Arizona Cardinals. Las rebajas también han llegado al programa de televisión más visto por los estadounidenses en la temporada y la NBC, ante la posibilidad de no vender alguno de los 67 anuncios de 30 segundos que se emitirán durante las más de tres horas de partido, ha aceptado rebajar el precio final. Así, los tres millones iniciales por los 30 segundos se han reducido esta semana a los 2,8 millones. Para los que pagaron el precio inicial hace meses, la cadena les dará minutos gratis en el programa previo.
La cadena ha debido esperar hasta finales de esta semana para vender todos sus anuncios, una prueba más de que las compañías que habitualmente hacen publicidad en la Super Bowl se lo han pensado mucho. O se han retirado completamente, como General Motors y FedEx. Sólo hay dos debutantes, la empresa de cereales Kellogg y Pedigree, de alimentos para perros. Este año no se esperan anuncios demasiado provocativos ni ostentosos porque el humor de la nación en plena recesión no está para muchas alegrías.
La NBC ha vetado un spot de PETA, la mayor asociación en defensa de los animales, porque incluía imágenes de amas de casa en ropa interior en la cocina que acariciaban sugerentemente frutas y hortalizas, al tiempo que presumían de que los "vegetarianos hacen mejor el amor".
Pittsburgh y Arizona son equipos que no tienen muchos seguidores fuera de sus lugares de procedencia y eso afectará a las audiencias, que rondarán los 90 millones de espectadores. El pasado año, casi 98 millones vieron la final entre los Giants de Nueva York y los Patriots de Nueva Inglaterra.
Uno de los atractivos de la retransmisión será la participación de Bruce Springsteen, que presentará su último albúm durante el show del intermedio, y el regreso de la cantante Jennifer Hudson, que será la encargada de entonar el himno nacional. Hudson reaparece en público por vez primera después de que su madre, su hermano y un sobrino fueran asesinados por un familiar en Chicago, el pasado mes de octubre.
