Ciclismo | Dopaje
El 79% de los podios están bajo sospecha
El dopaje mancha 71 de los 90 puestos de honor desde 1998
Al grano: desde 1998, año del caso Festina, el 78,9% de los puestos de podio (71 de 90) de las tres grandes rondas (Tour de Francia, Vuelta a España y Giro de Italia) están bajo sospecha porque sus ocupantes han tenido algún tipo de relación con el dopaje, no necesariamente un positivo. Un segundo dato: desde esa misma fecha, el 68,75% de los equipos (22 de 32) que han subido corredores a esos podios ya no existen, han desaparecido.
En diez temporadas, el dopaje ha cambiado y asolado el mapa ciclista. El último caso ha sido el anuncio, el pasado martes, de que la empresa alemana Telekom se retira del pelotón tras 16 años de patrocinio. Harta de escándalos. Sus dos símbolos han caído: Ullrich, retirado por su relación con Eufemiano Fuentes, y Zabel, que confesó haber tomado EPO en los años 90. Se marcha así el decano... Como poco antes había desaparecido el decano anterior, el Kelme, azotado por las confesiones de Jesús Manzano en 2004, materializadas dos años después en una acción policial: la Operación Puerto. El Fuerteventura, último reducto de Vicente Belda y los hermanos Fuentes, está igualmente en crisis.
En estos últimos días también se ha conocido que Danilo di Luca ha fichado por un equipo de segundo nivel: el LPR. El italiano es el vigente ganador del Giro, pero está suspendido por su implicación en el caso Oil for Drugs y por su conexión con el médico Carlo Santuccione. Eddy Mazzoleni, tercero en el Giro, ha decidido retirarse del ciclismo. Su pecado: el mismo.
A Di Luca le acompañará Savoldelli, en su día relacionado con el gurú italiano Michele Ferrari, al igual que Gotti, o nuestros Olano y Escartín, o Armstrong, de quien L'Équipe demostró con pruebas que había tomado EPO en el Tour de 1999. Todos ellos se han subido a podios de grandes vueltas. Son la historia del último decenio. Una historia de terror.
Los equipos de segunda fila, como ese LPR, están siendo ahora el destino de muchos afectados por el dopaje. El Relax acogió el año pasado a Mancebo, Sevilla y Santi Pérez; el Karpin abrió sus puertas a Nozal, que para el próximo año ha emigrado al Liberty portugu el Tinkoff fichó a Hamilton... Y sólo hablamos de hombres-podio.
Otros se han visto abocados a la retirada, como Unai Osa, Rumsas, Beloki, Heras... Estos dos últimos insisten en que quieren volver a competir, pero no encuentran un equipo convincente. Los grandes grupos deportivos les cierran las puertas. Las grandes vueltas, también.
Hay que mirar el lado bueno del asunto. Los sistemas antidopaje y la represión judicial están desenmascarando a los tramposos. En otros tiempos, quizá, no podríamos haber hecho este informe. No sabríamos de la existencia de ese 78,9%.
La base del informe no son sólo los positivos, sino también aquellos que han estado relacionados con algún escándalo o gurú del dopaje, por lo que puede haber algún caso discutible (Simoni se libró de un positivo con cocaína). Muchos de esos 90 puestos de podio los ocupan ciclistas que se repiten (Armstrong, por ejemplo, siete veces). Pero tampoco hemos contabilizado a Landis y Heras en el Tour de 2006 y la Vuelta de 2005, porque fueron descalificados. Y ya quedaron borrados.