El espíritu 'puma' del 65 sobrevuela Saint Denis

La historia del rugby argentino rebosa amateurismo, tackles (placajes) y el espíritu Puma. Argentina porta orgullosa la bandera amateur en este rugby profesionalizado. De allí salieron Porta, Flaco Ure, Chapa Branca, Tati Milano o Serafo Dengra. Y de allí llegan Juani Hernández, Napoleón Pichot o los Contepomi. Un rugby que lava la camiseta en casa y cobra en aplausos. La historia de los Pumas arranca el 19 de junio del 65, precisamente ganando a los Springboks, los júniors, (6-11) en Suráfrica. Entonces Luis Gradín, pionero, advirtió al mundo: "Nuestro presupuesto es el tres por ciento del de nuestros rivales. Pero lo suplimos con otras cosas...". Esas "cosas" son placajes y corazón. Algo de lo que sabe mucho Marcelo Loffreda, actual seleccionador y puma en 78 ocasiones. Este arquitecto ha llevado a Argentina a las semifinales de un Mundial. Si gana será la mejor del profesionalizado hemisferio sur. El triunfo del coraje. Otra batalla ganada como la de Nantes en el 82, Australia en el 83 o Vélez en el 90.

Enfrente estará Suráfrica, que en 1995 aprovechó una ocasión histórica para diluir la mancha del apartheid. Su seleccionador, Jake White, íntimo de Loffreda, ha advertido: "Su delantera la empujarán 40 millones de argentinos. Tienen hambre de Historia". Los springboks son favoritos. Su delantera es más completa, tiene la mejor segunda del mundo y a Habana. Buen pick and go, mejor off load y gran set-piece. Pero si Argentina aisla a Du Preez, su playmaker, lo pasará mal. Hernández pateará a la espalda de los alas sin sacar del campo la bola y Pichot moverá al paquete rival. Con eso y otras cosas, como el espíritu del 65, entonarán el "coronados de gloria vivamos o juremos con gloria morir...".