Atletismo | Maratón de Chicago

El calor dejó un muerto y cientos de abandonos

Se alcanzaron 35 grados y un 84% de humedad

Daniel Njenga, tercer clasificado.
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El maratón de Chicago de 2007 será recordado no por el nombre del ganador de la prueba sino por el calor que dejó en las calles un muerto y a unas 300 personas exhaustas. Los organizadores suspendieron la carrera al temer que los equipos de socorro no pudiesen auxiliar a todos los que comenzaban a desmayarse a consecuencia del calor a media mañana.

"Por su seguridad, dejen de correr y vayan parando poco a poco", anunciaban los altavoces. La temperatura en Chicago a principios de octubre no suele superar los 14 grados, pero el domingo se alcanzaron los 30. Debido al calor del asfalto y de los edificios que rodeaban el recorrido, los deportistas tuvieron que soportar, en algunos momentos, hasta 35 grados y un 84 por ciento de humedad.

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Un policía de Michigan, de 35 años, murió de un ataque cardíaco. Los bomberos bañaron a los corredores y se habilitaron decenas de autobuses con aire acondicionado para auxiliar a los más enfermos. Los participantes se quejaron de la falta de agua.

El doctor Martin Lucenti trató a muchos retirados. "Algunos llegaron a la UVI con temperaturas cercanas a los 42 grados y en esas condiciones la gente tartamudea, no reconoce su nombre y las células del cerebro se destruyen peligrosamente", declaró. Por cierto: ganaron el keniano Patrick Ivuti y la etíope Berhane Adere

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