Liam Robinson
"Gracias al rugby me divierto, conozco otras culturas y viajo"
Nacido en Liverpool en 1986, Liam, hijo del futbolístico y televisivo Michael Robinson, ya ha debutado con España en 'Seven' y se plantea un futuro profesional en Inglaterra o Irlanda. Cerca de Wilkinson y O'Driscoll, sus ídolos.
¿En su casa se habla de fútbol o de rugby?
Si estoy yo, de rugby. Mi padre también habla de fútbol, pero fue él quien me inculcó la afición por el rugby.
En Inglaterra...
Nací en Liverpool, pero cuando tenía ocho meses él fichó por Osasuna y nos vinimos.
¿Y dónde comenzó a jugar?
En La Moraleja a los seis años. Con Moriche al mando.
Y ahora lo hace fuera.
Lo dejé hasta que me fui internado a Escocia. Allí coincidí con escoceses, galeses y neozelandeses y lo recuperé. Ahora sigo en la selección universitaria de Edimburgo.
¿Recomienda la experiencia de irse a jugar al extranjero?
Sí. Aquí técnicamente los jugadores son buenos, pero físicamente aún falta. Si juegas fuera, el shock al hacerlo con España frente a otros es menor.
¿Por qué cree que el rugby no engancha en España?
En Escocia cuando se juega al rugby, todos juegan al rugby. Y cuando se juega al fútbol, todos juegan al fútbol. No eliges. Por eso hay tradición. Aquí en España te obligan a elegir y el fútbol gana siempre. Esa es la clave.
Entre Inglaterra, Escocia y España eligió ser internacional con España. ¿Por qué?
En Leicester, Inglaterra, no pasé el tiempo suficiente para ser seleccionado. Con Escocia podría, pero me hacía más ilusión jugar con España.
¿Qué le aporta el rugby?
Conocer otras culturas, divertirme jugando, viajar y hacer amigos. El rugby te forma como deportista y como persona.
¿Piensa dedicarse al rugby profesionalmente?
Iré donde allí pueda compatibilizar mi carrera con el rugby. Me gustaría ir a los Falcons (con Wilkinson) o a Dublín.