América celebra el día que Robinson rompió el racismo

Docenas de beisbolistas de las Grandes Ligas llevaron el domingo el número 42 a sus espaldas, el dorsal que un día lució Jackie Robinson, el primer beisbolista de raza negra que llegó al deporte nacional estadounidense hace 60 años. En el partido que los Dodgers, el equipo de Robinson, jugó en Los Angeles, su esposa Rachel habló desde el centro del campo para decir que "la llegada de mi marido al béisbol fue un gran día contra las diferencias raciales en Estados Unidos".

Robinson fue un pionero que superó el racismo de sus compañeros y los insultos y amenazas de los espectadores que le escupían cuando saltaba al diamante para convertirse en uno de los mejores beisbolistas de finales de los cuarenta.

"Luciré el 42 por si no me reconoces", broméo Robinson a su esposa el día de su debut. Algo imposible porque el resto de sus compañeros eran blancos como todos los espectadores que acudieron al encuentro.