Koldo Fernández logra el doctorado como sprinter

Más de tres años llevaba Koldo Fernández (Euskaltel) esperando levantar el brazo en una meta, pero la larga espera mereció la pena. Ayer estrenó su casillero en la última etapa de la Tirreno-Adriático, que acabó con el triunfo del alemán Andreas Klöden, del Astaná.

"Desde que pasé a profesionales tuve problemas de lesiones con una pierna. A finales del año pasado ya logré superar las molestias. Vuelvo a disfrutar de la bici", cuenta Koldo, 25 años, de Zurbano (Vitoria).

Ciertamente, este año se le vio desde el principio una mayor competitividad en los sprints, especialmente en la Vuelta a Andalucía donde peleó con Freire y Boonen. Ayer logró el doctorado como velocista. No sólo ganó una etapa ProTour, lo hizo en un pelotón en el que estaban Petacchi, McEwen, Freire, Hushovd... sólo faltaba Boonen.

"Este triunfo me quita mucha presión. Sentía ansiedad porque me daba cuenta de que perdía victorias al cometer errores. Por fin lo he conseguido y ahora quiero más. Aunque soy consciente de que todavía no he hecho nada", dice el sprin­ter del Euskaltel.

Primer alemán.

No hubo sorpresas en cuenta al triunfo final en la Carrera de los Dos Mares. Klöden sólo tenía tres segundos de margen sobre el luxemburgués Kirchen, pero lo amplió en uno más con la bonificación en una meta volante. Se convirtió en el primer corredor alemán que gana la Tirreno-Adriático, por delante de su teórico jefe, Vinokourov.