McGwire no entra en el 'Hall of fame' por las dudas de dopaje

Los periodistas norteamericanos que conceden a los jugadores del béisbol el honor de entrar en el Hall of Fame, la más prestigiosa asociación de peloteros veteranos, han demostrado a Mark McGwire que no le quieren en el club en el que están los más venerados beisbolistas norteamericanos.

McGwire, acusado de tomar esteroides durante buena parte de su carrrera, sólo recibió el 23,5 por 100 de los votos de los periodistas, mientras que otras figuras de su tiempo como Cal Ripken, con el 98,5 por 100, y Tony Gwynn, con el 97,6, entraron fácilmente y a la primera en la histórica organización de veteranos.

En 1998, McGwire logró 70 homeruns en una temporada y la nación estuvo entusiasmada con esta nueva marca y con la forma en la que el forzudo primera base de St. Louis conquistó el título de mejor beisbolista del momento. En 2005 el jugador se negó entre sollozos a declarar ante el Congreso si había tomado esteroides, como el mundo del béisbol sospecha, y desde entonces es la imagen de los deportistas que han logrado engañar a los aficionados y a los médicos con el uso de sustancias anabolizantes.