Freire sigue en racha y caza la clásica alemana

Ciclismo | Clásica de Hamburgo

Freire sigue en racha y caza la clásica alemana

Freire sigue en racha y caza la clásica alemana

afp

El tricampeón mundial volvió a ser la pesadilla de Zabel

Oscar Freire no levantó ayer los brazos para celebrar su victoria en la Clásica de Hamburgo. El tricampeón del mundo prefiere esperar a la foto-finish. La experiencia le ha hecho cauto. En la última Vuelta al País Vasco se creía vencedor cuando le comunicaron que Alejandro Valverde le había batido por ¡nueve milímetros! Desde entonces, el cántabro no amaga ni una sonrisa hasta que no conoce el veredicto. No lo hizo en el primero de los dos triunfos que le birló a Robbie McEwen en el pasado Tour. Ni ayer tampoco.

Erik Zabel sí levanta los brazos. No lo hizo ayer, pero sí en la Milán-San Remo 2004. Mientras el alemán celebraba la victoria, Freire se le coló prácticamente por debajo de una axila. El cántabro es una de sus pesadillas. "Óscar me ha ganado así más de una vez", se lamentó el sprinter del Milram. "Esta mañana bromeábamos diciendo que, como no estaban ni McEwen ni Boonen, ya me tocaba ganar. Nos olvidamos de Freire, como de costumbre, y él se encargó de que recuperásemos la memoria".

A sus 36 años, Zabel prefiere tomarse con ese humor sus derrotas ante Freire, que en 2004 le privó del título mundial en Verona (otro ejemplo). Ayer, para más inri, le batió ante su público alemán, aunque tampoco es la primera vez: en 2004, una etapa del Tour llegaba a Sarrebruck, territorio germano. Freire doblegó a McEwen y Zabel. "No sé de dónde salió", dijo entonces el australiano.

El tricampeón mundial tiene esa habilidad para remontar, ese golpe final de riñón que fulmina a sus rivales en el último suspiro. Además, Freire es uno de los sprinters más limpios, aunque ayer se le vio sacar un brazo contra Fabian Wegmann (otro alemán). "Me quiso cerrar y me lo quité de encima", explicó papá Freire, que logró su primer triunfo tras el nacimiento de su hijo Marcos durante el Tour.

Freire suma así su cuarta victoria en una clásica, tras la citada San Remo 2004 y la Flecha Brabanzona (2005 y 2006). Aunque su clásica preferida sigue siendo el Mundial. Este año aspira a su cuarto arcoiris. Y ese récord, ni Merckx...