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Juegos de invierno Turín 2006 | Decimotercera jornada

"Tenía la cadera torcida y se la hemos enderezado"

Su equipo ha cambiado su forma de esquiar

<b>EN NAGANO 98. </b>Fueron los segundos Juegos de Rienda.

María José Rienda se clasificó sexta en el gigante de Salt Lake City 2002. "Y llevo seis años entre las diez primeras del mundo", recuerda. Pero ha sido en estos cuatro últimos cuando la granadina ha dado el salto de calidad más difícil, el que le ha llevado a conquistar cinco victorias y cuatro podios en la Copa del Mundo. Su metamorfosis es producto de un detallado trabajo, que lidera su entrenador, el suizo Mauro Pini.

Pini, de 41 años, se hizo cargo de Rienda tras los pasados Juegos y ha conseguido cambiar su manera de esquiar. "María José ha mejorado claramente la técnica. Antes tenía que arriesgar al máximo y le salían buenas carreras de vez en cuando, pero ahora se adapta más a todas las situaciones. Su abanico técnico es más amplio", cuenta el suizo. "El último peldaño de la progresión de un esquiador, el que lleva del tercer puesto al primero, es el más brutal, pero lo hemos superado".

Mauro incorporó hace dos años al equipo a la fisioterapeuta italiana Norma Tipaldi, también una figura clave en los progresos de Rienda, porque le ha corregido un defecto físico. "María José tiene la cadera torcida y eso provocaba que se le cargara mucho la espalda y sintiera dolor. Con manipulaciones y osteopatía hemos conseguido reprogramar su postura y le hemos enderezado la cadera", revela Tipaldi.

Además, Rienda ha conseguido "una estabilidad emocional en estos años", en palabras de Pini, "que la está ayudando a alcanzar el máximo rendimiento". En este sentido, un apoyo muy importante es su marido, Ángel Izquierdo, con quien se casó hace dos años. "Me ha animado mucho desde siempre, porque sabe lo que me gusta el esquí y el sacrificio que me supone. No siempre puede acompañarme, pero hablamos mucho por teléfono y pagamos unas cuentas altísimas", comenta María José. "Unos 1.500 euros al mes", remata Ángel.