María José busca oro

El pasado 4 de febrero, cuando logró la quinta victoria de su vida en la Copa del Mundo y la segunda consecutiva en Ofterschwang (Alemania), María José Rienda lucía el dorsal 1. Ayer, en el habitual sorteo de las siete primeras, a la granadina le tocó el mismo número. ¿Premonitorio? "No tengo manías con los dorsales. Si la pista está dura, para mí no es ningún problema empezar. El último gigante que gané lo disputé con el uno".

El número 1 es su reto. El oro olímpico. Rienda tenía apuntada una fecha mágica en su agenda: "Sestriere, 24 de febrero de 2002. Primera manga, a las 9:30 horas. La segunda, a las 13:00 h.". El momento ha llegado. Cuando se abra el portillón, María José descenderá hacia el mayor reto de su carrera. Ella insiste en que no es justo juzgar a una esquiadora por un solo día, en que la Copa del Mundo mide mejor la regularidad. "Pero en el fondo sabe que éstos son sus Juegos y que quizá no haya más", matiza su entrenador, Mauro Pini, el hombre que ha perfeccionado su técnica y su mentalidad.

Tres victorias.

Rienda aspira al oro. "No puedo esconder que estoy en el bote de favoritas". Los datos la avalan. Esta temporada ha ganado tres (Aspen y dos en Ofterschwang) de los ocho gigantes disputados, por dos (uno de ellos compartido) de su gran rival, la sueca Anja Paerson. Y también figura segunda, detrás de la nórdica, en la general de esta disciplina en la Copa del Mundo, en la que ha terminado tercera en las dos últimas ediciones.

Si las estadísticas otorgaran las medallas, Rienda ya la tendría colgada. Pero en el esquí las matemáticas no funcionan como en otros deportes. La española también tiene esta temporada un sexto, un séptimo y un noveno puestos, al igual que una descalificación en Cortina d'Ampezzo cuando marcaba el mejor tiempo. "Hay que estar preparados para todo, porque esto también puede ocurrir", apunta Pini.

Pero, ¿quién piensa en la derrota? Todas las circunstancias se han puesto de acuerdo para que hoy sea su gran día: la anécdota del dorsal, sus victorias en los dos últimos gigantes y una pista que ella misma define como "genial". Sestriere, además, le trae buenos recuerdos, porque su cuarto puesto en 2004 le sirvió para terminar en el podio de la Copa del Mundo. Rienda irá a por todas. "Si quieres ganar, no puedes tocar el freno", dice Pini. Conservar es de perdedores.