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Juegos de invierno Turín 2006 | Décima jornada

María José se reserva para el gigante del día 24

Ayer terminó la 37ª, pero su entorno rebosa optimismo

<b>CONFIADA. </b>María José Rienda tiene buenas sensaciones.
j.gutiérrez.

En el 14º aniversario del bronce de Blanca Fernández Ochoa en Albertville 1992, no hubo diploma ni resultado sorpresa. María José Rienda se tomó el supergigante como un entrenamiento y se clasificó en el puesto 37º, pero no hay ningún motivo para la alarma, porque en su entorno se detecta optimismo. Su fecha mágica es otra: el 24 de febrero. Toda su preparación está orientada al gigante.

Su participación en el supergigante era sólo un paso más en el concienzudo plan diseñado para conquistar una medalla el viernes. El ideólogo es su entrenador, el suizo Mauro Pini, que ayer se daba por satisfecho: "Las pruebas de velocidad tienen un componente de riesgo y, lógicamente, no íbamos a hipotecar aquí el gigante. El objetivo era entrar en clima competitivo, descargar tensión, y eso se ha conseguido".

El siguiente paso del plan es un día de descanso junto a su marido, Ángel Izquierdo. En principio estaban previstos dos, pero el aplazamiento del supergigante dilapidó una jornada. Rienda huyó ayer de la Villa Olímpica de Sestriere para pasar la noche a un centenar de kilómetros, en Turín. "Además del reposo, esta decisión también tiene como objetivo que baje de la altitud de 2.000 metros y pueda relajar los músculos", apunta Pini.

Rienda regresará a Sestriere esta noche y volverá a ponerse el traje de faena el miércoles y el jueves, en los que hará entrenamientos específicos de gigante. "En estos dos días buscaremos una concentración máxima", apunta Pini. Entre otras medidas, en principio no mantendrá ningún contacto con la prensa española para no desviar su atención.

"De momento va todo muy bien y María José tiene mucha confianza, aunque será el gigante del viernes el que dicte sentencia. Sabemos que llegamos en condiciones ideales, pero en estos días debe mantener la tensión controlada", añadió Pini.

Carolina Ruiz terminó ayer por delante de Rienda, en el puesto 30ª, pero no mostró preocupación por la clasificación de su compañera: "No está muy acostumbrada al supergigante, pero ha disfrutado y ha hecho lo que debía. Ojalá gane el oro en gigante". La otra andaluza del equipo estaba más apenada por lo suyo: "Estoy decepcionada, porque si no hubiera cometido un error en la parte inicial, podría haber acabado entre las quince primeras".