El italiano Alessandro Petacchi confirmó su condición de dominador en las llegadas masivas y se hizo con su segunda victoria en la presente edición de la ronda española después de una etapa de 232,3 kilómetros, la más larga de esta edición, que arrancó en Ciudad Real y que concluyó en Argamasilla de Alba.

Un triunfo que le sirve para aumentar el palmarés a un ciclista que es el más laureado en la presente campaña, donde suma 21 victorias de etapa entre las que se encuentra la lograda en la Milan-San Remo, y que avala su candidatura de cara a la cita mundialista de Madrid el 25 de septiembre.

Su victoria en la etapa de hoy, a diferencia de la de ayer que se produjo en una jornada corta y nerviosa, llegó después de 232,3 kilómetros, en la etapa más larga de esta Vuelta, en un recorrido muy similar al que se encontrará en la capital madrileña.

El mejor ensayo para calibrar sus opciones a pesar de los escasos días de competición que lleva en este mes de agosto después de recuperarse tras sufrir una fractura en un dedo.

Dominio del Fassa Bortolo

Su equipo, el Fassa Bortolo, controló en todo momento la jornada. Dejó hacer en el maratoniano recorrido a los 'jornaleros' de la gloria, aquellos que buscaban la aventura en forma de fuga, pero con pocos visos de progresar.

El protagonismo recayó en manos de los franceses Cristophe Edaleine (Cofidis), Frederic Finot (Franaise des Jeux) y Sebastien Joly (Credit Agricole) y el holandés Leon Van Bon (Domina Vacance). El cuarteto de cabeza alcanzó una renta de más de 13 minutos, pero nunca fueron una amenaza para el triunfo final.

Su renta comenzó a decrecer conforme se quemaban kilómetros y en el 185, a cerca de cincuenta de meta, su sueño tocaría su fin. Comenzaron entonces las escaramuzas y los ataques que siempre contó con el permiso los equipos de los velocistas.

Un final muy preparado

Un control que llegó fundamentalmente por parte del Fassa Bortolo en una jornada en donde el fuerte calor volvió a ser nuevamente otro de los protagonista y donde no hizo acto de aparición el temible y afamado viento castellano-mancheco, el mejor aliado de los abanicos.

La formación italiano reclamó en los últimos kilómetros su protagonismo y el 'tren' comenzó a funcionar en los 2.000 últimos metros de etapa, en los que Petacchi contó con la colaboración de hasta cuatro compañeros.

El último fue Marco Velo, el que dejó libre el camino hacia un nuevo triunfo de su líder de equipo. Petacchi no falló, a pesar de que la llegada, más apretada y emocionante, contó con otros candidatos para luchar por su triunfo como Hushovd y Zabel, pero que tuvieron que rendirse al poderío de su rival. Por su parte, Bradley McGee conservaba un día más el jersey oro.