Se despide el rey de St. Andrews, dios del golf

Hace 39 años que ganó su primer British Open en la localidad escocesa de Muirfield. Hoy en día, el estadounidense Jack Nicklaus, apodado cariñosamente el "Oso Dorado", recuerda siempre con una sonrisa dulce en el rostro aquel momento en que consiguió una gesta única: completó los Grand Slams y se unió al selecto club de oro que lo ha conseguido, al que hace pocos años se ha unido otra estrella que cogerá el relevo, Tiger Woods.

De oro.

Desde aquella fecha, julio de 1966, ha llovido mucho y todo bueno para el "rubio de oro", que nació un soleado día de 1940 en Ohio: ganó otros dos British, en 1970 y 1978, en St. Andrews; se puso en seis ocasiones durante su carrera la chaqueta verde del Masters, y completó una galería de trofeos con 18 Grand Slams en su haber. Unos lo han querido y halagado, otros lo han venerado y otros, pocos, lo intentaron ningunear. Pero, indiscutiblemente para todos, es sin duda el golfista más laureado de todos los tiempos. Es el dios de este deporte, que se despide después de haber dedicado una vida a los birdies, los putts, los hoyos.

Aunque Nicklaus, el Jack más famoso en los Estados Unidos junto con Jack Daniels, asegura deber su éxito deportivo a las satisfacciones que le ha otorgado su vida personal, ésa que no salía en los periódicos. Ahora, en la costa de Palm Beach en Florida, comparte una vida de éxitos con su mujer Barbara, otra apasionada del deporte del green. Le ha apoyado durante 43 años de carrera, pero al 'Oso Dorado' le ha tocado la hora de descansar y disfrutar de sus 16 nietos.

Sólo jugará torneos de exhibición, los 65 años le jubilan... Y el mundo del golf se despide del mejor de todos los tiempos.