Juegos Mediterráneos | España 3 - Croacia 1
España manda a casa a Croacia y llega a cuartos
Turquía será el rival para el acceso a semifinales.
Tsimafei Zhukouski no cumplirá 16 años hasta el próximo mes de diciembre. Es débil y sus hombros apenas tienen las formas adecuadas todavía, pero el seleccionador croata, Radovan Malevic, lo ha traído a los Juegos del Mediterráneo para que empiece a endurecerse y sepa qué significa defender el honor croata. Pero Zhukouski y todos los croatas encajaron una derrota dura ante España, que ha llegado a cuartos de final por la puerta grande.
La selección que dirige Paco Hervás es cosa seria. Con el Moisés Ruiz convertido en una caldera -el pabellón se llenó- y Guillermo Falasca, Pedro Luis Suela e Israel Rodríguez martilleando una y otra vez el territorio dálmata, a los croatas les fue imposible aguantar el ritmo del primer set, que dominaron con solvencia (20-25). Los fallos de recepción y la mala lectura del partido, unido a la falta de acierto en la red, impidió que la reacción española pudiera culminar.
Pero España se rebeló, empató rápido y decidió el partido en el tercer parcial, que tuvo un desenlace de infarto y acabó por convertirse en la rendición de los croatas, que a parir de ahí perdieron el fuelle exhibido en los primeros parciales.
De menos a más.
El cuarto (25-18) tuvo un final rápido. Con las selecciones de Serbia e Italia a lo lejos, España ha tenido tiempo para todo en la primera fase. Para casar a Juanjo Salvador, traerlo sano de la noche de novios, probar el nivel real de los jóvenes ante egipcios y croatas (sin los mejores) y enganchar a la afición, que está dispuesta a llevar en volandas a su selección. A última hora de la noche se supo a quién se enfrentará mañana a España.
Jugará en partido correspondiente a cuartos de final ante los turcos (18:30 horas en el Palacio del Mediterráneo) y debe entrar en la lucha por las medallas. Carreño y Juanjo Salvador, embajadores de la selección, almerienses, dijeron después del partido que será muy difícil que España pierda, pero no conviene confiarse.