Cuatro oros coronan a Rafa Martínez como rey

Rafael Martínez, el hombre de los Juegos hasta que el atletismo diga lo contrario (comienza esta mañana), terminó anoche de coleccionar medallas en el Pabellón del Mediterráneo. Sumó un oro más después de un primoroso ejercicio en la barra fija que rozó la perfección y terminó de enloquecer a la afición, completamente entregada. Por el camino también se colgó el bronce en paralelas.

Martínez, el Galáctico de Móstoles, se va de los Juegos con cuatro medallas de oro, entre ellas la del concurso individual completo. Ha sido el dominador indiscutible y ha consolidado el progreso que empezó en Debrecen. Además, su espontaneidad le ha convertido en un ídolo para la afición, que ve en él un gimnasta ortodoxo pero, a la vez, fresco. Un tipo que engancha.

Muchos dicen que se parece a Joaquín Blume pero él pelea por mejorarlo. Habrá que verlo competir ante los grandes dominadores de la gimnasia, rusos aprendices de Nemov, pero Rafael Martínez promete marcar una época. Cinco medallas es un resultado extraordinario, que ha ensombrecido a Manuel Carballo y a las chicas.

Tania Gener ha cumplido como se esperaba, pero ha chocado con Vanessa Ferrari, la pequeña y centelleante gimnasta italiana que ha sido al concurso femenino lo que Martínez al masculino.

Almería ha elegido a la estrella de sus Juegos Mediterráneos. Parece casi imposible que nadie le discuta el reinado. Cinco medallas son mucho.