Natación: Eslovenia ganó cinco oros y España dos

Como en los Olímpicos, el final de la natación y la llegada del atletismo marca el ecuador de la competición en estos Juegos Mediterráneos. Las primeras conclusiones respecto a la participación española confirman que pertenecemos a la Segunda División de la elite europea. El salto de Gulliver que dio nuestro deporte con ocasión de Barcelona 92 es puro recuerdo; en términos generales, la progresión se ha detenido. La falta de una Ley de Mecenazgo efectiva y la necesidad de revitalizar el deporte escolar serían dos de los ejes en los que debería apoyarse nuestro futuro, explicaron a AS federativos, técnicos y deportistas. Francia e Italia andan muy por delante.

Dinero.

Cuando hay dinero (motor, tenis, golf, fútbol de clubes, según qué pruebas atléticas, etc), el deportista español es tan bueno o mejor que cualquiera. Lejos del deporte superprofesional, la cosa cambia. El problema empieza por abajo. Jordi Murio, entrenador de natación, lamenta la mala preparación con que los niños procedentes del deporte escolar llegan a sus manos. "Siguen jugando al pañuelo", explica alarmado. Jugar al pañuelo: un niño lo aguanta con una mano y dos corren a cogerlo. Deporte y estudios siguen sin llevarse bien en España. Los profesionales juzgan deficiente el escolar e inexistente el universitario. Este déficit lo trampeaban los clubes, pero su realidad va de mal en peor.

Empresas urbanas de deporte-recreo como la que dirigía el actual jefe del deporte catalán, Rafael Niubó, no ayudan precisamente. Sin movernos de la natación, sus clientes ocupan calles en las piscinas que antes eran de los clubes, que sí formaban nadadores. Esas empresas han acabado o puesto contra las cuerdas a clubes históricos, como el Catalunya y el Montjuïc. "Les interesa que el niño juegue y no avance demasiado, pues así aseguran la clientela durante más tiempo", manifestó a AS un medallista español, rendido a la evidencia: a oros nos ganó hasta Eslovenia; España, 2 - Eslovenia, 5. Francia sumó 14 e Italia, 12. Otro mundo. Eslovenia es la mitad de Andalucía, siendo generosos. Lubliana, menos que Dos Hermanas. ¡Pero lo que nadan!

La falta de una Ley de Mecenazgo efectiva no ayuda a que nuestro deporte olímpico avance. En Italia, las empresas que dedican dinero al deporte gozan de beneficios fiscales que llegan incluso al 50%. Sacar adelante esta Ley con vistas a Pekín 2008 es una de las grandes preocupaciones de Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, con cuyas ideas comulga la inmensa mayoría de presidentes de federaciones, según pulsó AS estos días.

Presupuestos.

El dinero público también influye en el oro que un país gana. En 2004, el judo español recibió 300 kilos, 800 el italiano y 4.000 el francés. Las federaciones españolas se llevaron 8.000, 32.000 las italianas y 64.000 las francesas. Sólo a base de dedicación, espabilo y talento, el judo y otros deportes llaman de tú a países con más recursos y mejor planificación. El deporte de la España de las autonomías luce poco, al color del bronce. El oro sigue siendo la excepción.