NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Juegos Mediterráneos | Almería 2005

Paquillo será el abanderado del equipo español

Paquillo fue campeón de Europa en Múnich 2002 y tercero en los Europeos de Budapest de 1998, y subcampeón del mundo en París 2003, siempre sobre 20 kilómetros.

<b>TODO A PUNTO.</b> Almería se prepara para organizar los Juegos Mediterráneos.
AS

El marchador granadino Francisco Fernández, "Paquillo", subcampeón olímpico de 20 kilómetros, será el abanderado del equipo español en la ceremonia de apertura de los XV Juegos Mediterráneos, que se disputarán en Almería del 24 de junio al 3 de julio, informó el Comité Olímpico Español.

Paquillo fue campeón de Europa en Múnich 2002 y tercero en los Europeos de Budapest de 1998, y subcampeón del mundo en París 2003, siempre sobre 20 kilómetros, distancia de la que fue plusmarquista mundial con un registro de 1h.17:22.

El marchador nació en el antiguo Hospital Viejo de Guadix el 5 de marzo de 1977 en el seno de una familia obrera. Es el más pequeño de cuatro hermanos. Se inició en el atletismo en 1987.

Su entrenador, el entonces marchador Manuel Alcalde, preparaba en Guadix sus competiciones internacionales y al mismo tiempo supervisaba el trabajo de las escuelas de atletismo. En 1995, estudiante de formación profesional en la rama administrativa, Paquillo fue campeón de España júnior de 10 kms. y poco después subcampeón de Europa de la misma categoría. Un año más tarde abandonó los estudios para dedicarse por completo al atletismo.

En 1996 ganó todos los campeonatos nacionales españoles y fue campeón mundial júnior, pero al año siguiente tuvo que cumplir el servicio militar, pese a lo cual fue campeón de España de 20 y 10 kms. y subcampeón de Europa en categoría sub-23.

En la élite desde el 98

Paquillo dio el gran salto en 1998. Ganó en primavera la Copa de Europa en Eslovaquia y con 21 años obtuvo la medalla de bronce en los Europeos absolutos de Budapest. Ya estaba en la elite mundial. En los Mundiales de Sevilla'99 estaba llamado a subir al podio, pero la presión de los medios pudo con él. Paquillo sólo pudo ser decimosexto.

En los Juegos de Sydney logró un séptimo puesto que le supo a poco, y en los Mundiales de Edmonton de 2001, en el peor año de su vida tanto en el plano personal como en el deportivo, abandonó la prueba. Hubo de esperar a los Europeos de Múnich en 2002 para vivir su verdadera explosión.

El 6 de agosto, Paquillo rentabilizó el esfuerzo realizado en largas sesiones de fondo y de gimnasio para adoptar el modelo del más grande de todos los tiempos, el polaco Robert Korzeniowski, a las órdenes de quien se entrena en la actualidad. En 2002 Paquillo batió el récord mundial de los 20 kms. con un tiempo de 1h.17:22.

Korzeniowski, que competía con él ese día en Turku (Finlandia), arrojó la toalla. El granadino iba demasiado rápido incluso para él. Y acabó la prueba sin un solo aviso. La jefa de jueces comentó que jamás había visto un estilo de marcha tan perfecto a ritmos tan elevados. La grave enfermedad de su entrenador, Manuel Alcalde, que estuvo varios meses sometido a un tratamiento de quimioterapia, había afectado a Paquillo el año anterior, el peor de su vida, pero Alcalde estaba entonces bastante recuperado y se disponía a regresar a Granada (residía en Barcelona) para estar más cerca de los suyos y de Paquillo.

Los Mundiales de París'03 tuvieron sabor agridulce para el granadino. Fue solo en cabeza durante casi toda la prueba, pero el ecuatoriano Jefferson Pérez le alcanzó y no sólo le batió, sino que le arrebató, por un segundo, el récord mundial (1h.17:21).

La muerte de Manuel Alcalde, en abril de 2004, le obligó a madurar rápidamente, de modo que a sus viejas cualidades físicas y técnicas unió una dureza mental que le reportó una plata olímpica sin estar en su mejor día. Sólo cuatro meses después de perder a su mentor, Paquillo, en los Juegos Olímpicos de Atenas, fue capaz de superar momentos críticos que años atrás le habrían descartado para el podio. Fue batido por el italiano Ivano Brugnetti, pero Paquillo salvó con nota su crisis.