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Vuelta a España | 15ª etapa

Mejor imposible

Gana Santi Pérez y Valverde está a cinco segundos de Heras

Actualizado a
<b>LA SEGUNDA. </b>Santi Pérez repitió triunfo en Granada con una gran exhibición en la cronoescalada a Sierra Nevada.
Jesus Rubio

Sólo los grandes deportistas son capaces de cumplir con los más altos presagios. Valverde lo está consiguiendo. No lleva ni un segundo de retraso con respecto a los mejores augurios, a las previsiones que parecían más exageradas: 24 años, subcampeón del mundo, tercero en la Vuelta de 2003 y en disposición de ganar la presente edición, sprinter, escalador y contrarrelojista en progresión. A ello suma en esta Vuelta una milagrosa recuperación de una caída escalofriante que le hizo pensar en la retirada. Hacía mucho tiempo que un héroe no se anunciaba con tanta insistencia.

Ayer, cuando todos sospechábamos que Roberto Heras tenía muchas posibilidades de dejar medio sentenciada la carrera, Balaverde nos recordó quién es: el ciclista más completo y prometedor desde la irrupción de Bernard Hinault. Cualquier resultado que le hubiera hecho perder en torno a los 30 segundos con Heras hubiera sido calificado de sobresaliente. Sin embargo, Valverde aventajó al líder 44 segundos y se sitúa ahora a cinco en la clasificación general, a falta de una durísima llegada en alto (La Covatilla), de las etapas-trampa de Ávila y Madrid y, finalmente, de una crono de 28 kilómetros en la capital. Hay carrera.

El gran desafío.

Evidentemente, la categoría del desafío se mide por la estatura como ciclista de Roberto Heras, un corredor estupendo que de no haber sacrificado media carrera a la sombra de Lance Armstrong hubiera podido presumir de ser su principal enemigo y quién sabe si de algunos podios en el Tour de Francia. En cualquier caso, un escalador soberbio que lucha por lograr su tercera victoria en la Vuelta, algo que sólo ha conseguido Toni Rominger.

Sin apenas tiempo a favor, Heras tiene ahora como principal ventaja la experiencia, el haber visto antes muchas de las cosas que sucederán estos días. Seguramente, intuye que ésta es la ocasión de vencer a Valverde, que luego puede ser tarde. El asombroso zarpazo que recibió ayer en su terreno es para reflexionar.

Y por si no fueran bastantes los alicientes de esta Vuelta maravillosa se nos cuela una sorpresa: Santi Pérez. El asturiano, vencedor en Granada y ganador ayer, ha pasado en dos días de ser un ciclista semidesconocido a candidato para el triunfo final, a 1:45 del liderato.

Su absoluta exhibición en Sierra Nevada así lo atestigua: superó a Valverde en 1:07 y a Heras en 1:51. Son diferencias dignas de Armstrong. Es increíble que la falta de confianza (y de suerte) nos tuviera secuestrado a un talento tan enorme. Su personalidad, tímida y educada, diría que hasta dulce, además de sus desgracias personales (la muerte de su novia y su permanente recuerdo), le hacen ser el favorito de muchos de los que se acercan ahora a la Vuelta. Por si no creen en las carámbolas cósmicas les diré que su manager es Toni Rominger.

El outsider.

Desde este momento, Santi Pérez podría aprovecharse de la vigilancia a que se sometan Heras y Valverde y si el triunfo en la Vuelta no pasa por su rueda delantera, lo que le haría ganador, pasará, seguro, por su rueda trasera, por quien se atreva a seguirla. Cuando se viene del infierno el dolor se relativiza, hace menos calor, es lo mismo que le sucede a Armstrong.

La Vuelta será cosa de tres porque tanto Mancebo (cedió 3:18) como Nozal (4:24) no superaron la prueba definitiva. El ciclista del Illes Balears, que está a 2:02 del líder, todavía tiene alguna opción heroica, pero el gregario cántabro de Heras ha vuelto a estrellarse contra una cronoescalada, como le ocurrió la pasada edición de la Vuelta en Abantos. Entiendo que le ha llegado el momento de cambiar de aires y, sobre todo, de terapeuta.

Hoy es jornada de descanso, camino de la fronteriza Olivenza, y lo viviremos con una pasión casi olvidada, pendientes del libro de ruta y de las noticias que lleguen de los hoteles, de los mensajes cifrados. Esperábamos que Alejandro Valverde rescatara el ciclismo español y lo está consiguiendo. Llegados a este punto, que en Madrid gane el mejor.