Triunfo por riñones

Sigue Petacchi a lo suyo, que es ganar etapas al sprint, y volvemos a pensar, como siempre, si en una gran vuelta no recibe mucho más premio el velocista galán que el sufrido escalador, pues mientras al primero la victoria le cuesta 50 metros, el segundo paga por ella casi un parto, en ocasiones, de trillizos, y además tiene menos ocasiones de intentarlo.

Me dirá Freire que no, que es mucho más sufrido jugarse la vida a 80 por hora y tropezar casi siempre con un tipo como Petacchi, inasequible al desaliento y con un equipo que le engancha los atunes en el cebo, como al general superlativo. Algo de razón tiene, pues el Rabobank, que puso enorme interés en su fichaje, no le prepara un sprint ni por casualidad, lo que le convierte en una especie de aventurero en busca de rueda extraña, con la vergüenza que da eso, pero es más triste pedir que robar, payo.

No le va mucho mejor a Zabel, conste, al que ayer se le escapó el triunfo por un tubular y mira que es fino un tubular. A punto estuvo de aprovecharse de un despiste de Petacchi, que en pleno esfuerzo se giró a otear el horizonte, en plan sobrado, para saludar, y cuál fue su sorpresa cuando se dio con él alemán de narices. Pero ni así. En el último golpe de riñones el italiano superó a sus rivales, debe tener unos riñones como África.

Luego en meta, un poco como los guapos que quieren dar pena (vieja táctica), volvió a repetir que no está al cien por cien, que se cayó en el Tour y que la vida duele. Calimero suma nueve triunfos en la Vuelta, dos en la presente edición y 19 esta temporada (nueve en el Giro). Dentro del espíritu cultural que inspira esta Vuelta, Petacchi recibió por su victoria las obras completas de Baltasar Gracián. Cualquier día en lugar de azafatas le da un beso Sánchez Dragó.

Después de una jornada como la vivida camino Soria, lo de ayer quedó un poco insulso, anodino, porque ni llovió a cántaros ni apareció Valverde ni el US Postal nos presentó a un nuevo ciclista, nos morimos de ganas por conocer a Dave Zabriskie, natural de Utah.

Hubo viento, y siempre supone una amenaza si Manolo Saiz anda cerca, pero al final sopló de cara y en esas condiciones resulta imposible montar en bicicleta y escupir al frente. Por eso se resintió la media horaria y por eso las aventuras nacieron ya condenadas. Y por eso hubo caídas, porque todos querían estar por delante, a refugio de los abanicos.

Entre los que se fueron al suelo estuvieron Cunego y Hamilton. El italiano se reintegró sin problemas y esperemos que ninguna magulladura sospechosa le sirva de excusa para abandonar la carrera. Si estamos tan pendientes del chico es porque intuimos que un mano a mano con Valverde sería simplemente glorioso. En la entrevista del pasado martes con Bermejo, dejó caer que si las perspectivas de ganar son buenas, tendría que aprovecharlo. Seguimos soñando.

Respecto a Hamilton, qué decir, tiene esa querencia al asfalto y a la desgracia en general (la clavícula, el perro...) de la que hacía gala Zülle. No es cuestión de dioptrías sino de karma. Hamilton acabó con rasguños en codo y cadera que no afectaron a su infantil sonrisa, porque esto le debe pasar desde pequeño.

Hoy, primer contacto con la montaña, puerto de segunda y llegada en uno de tercera. Huele mucho a Valverde y a quien se atreva seguirle.

La película

Km 0: 187 corredores toman la salida a las 13:27.

Km 45: Horrillo sufre una caída en la que se ven envueltos muchos corredores.

Km 64: Laidoun, Fernández, Florencio e Isasi se escapan 15 segundos.

Km 74,6: Por el Puerto de Lanzas Agudas los escapados sacan dos minutos.

Km 97: El viento, que pega frontal desde la izquierda, es protagonista. Los escapados sacan tres minutos.

Km 118. Caídas en el pelotón. Se ven implicados: Artetxe, Bruun y Sabaliauskas.

Km 123: La ventaja de los escapados empieza a descender. Pinchazo de Pasamontes.

Km 138: Pinchazos de Cunego y Astarloa.

Km 152: El Fassa controla sin nervios el intento de escapada de Astarloza, Colom, Herrero y Roesems.

Km 154: Cofidis y Fassa trabajan para OGrady.

Km 160: El pelotón alcanza a los fugados. Controlan los equipos de los sprinters.

Km 167,5: Petacchi vence con dificultad a Zabel y a Freire. Joachim, del US Postal, sigue líder en la general.